Caso Imelsa

El exsuegro de Benavent niega que las grabaciones estuviesen manipuladas

López ha declarado como testigo en la sexta sesión del primero de los juicios del caso Imelsa

El exgerente de la empresa de la Diputación de València Imelsa, Marcos Benavent, conocido popularmente como el 'yonqui del dinero' (2-izquierda), y el exalcalde de Moncada Medina Juan José Medina (2-derecha)
El exgerente de la empresa de la Diputación de València Imelsa, Marcos Benavent, conocido popularmente como el 'yonqui del dinero' (2-izquierda), y el exalcalde de Moncada Medina Juan José Medina (2-derecha)Europa PressEuropa Press

Mariano López, exsuegro del exgerente de Imelsa Marcos Benavent, el autodenominado “yonki del dinero”, ha negado este martes en su declaración como testigo en el juicio del caso Imelsa que las grabaciones que Benavent dejó en su domicilio y que dieron origen a la causa judicial hayan sido manipuladas, tal y como sostiene el principal acusado.

Yo no las he manipulado ni he visto a nadie manipularlas”, ha asegurado en su declaración a preguntas del fiscal, aunque posteriormente, a preguntas de los letrados de las defensas ha matizado esta posición al señalar que no puede saber si están manipulados esos audios, porque no estaba presente cuando Benavent las realizaba o las volcaba al ordenador.

Prácticamente durante toda la instrucción Benavent colaboró con la Fiscalía Anticorrupción para el esclarecimiento de los hechos, pero tras cambiar de abogado, ahora afirma que dichas grabaciones son un montaje.

“Quiero pedir perdón a tanta gente a la que le hice daño con mis declaraciones, fueron en circunstancias manipuladas por mí, en connivencia con mi exdefensa y la Fiscalía, porque se me prometieron rebajas sustanciales de pena y de no ingreso en prisión”. declaró el pasado 4 de mayo

Anteriormente, en fase de instrucción -octubre de 2021, tras cambiar de abogado- Benavent declaró ante el juez instructor que él y su suegro manipularon y editaron las grabaciones.

López ha declarado como testigo -aunque está procesado en otras piezas separadas de esta misma macrocausa- en la sexta sesión del primero de los juicios del caso Imelsa, sobre prevaricación, malversación de caudales públicos, falsedad en documento mercantil, fraude en la contratación y blanqueo de capitales en esta empresa de la Diputación de Valencia, durante la presidencia del PP.

Soy el primero que ha colaborado desinteresadamente desde el minuto uno”, ha afirmado este testigo, que ha insistido en que él llevó a la Fiscalía el ordenador donde Benavent guardaba las grabaciones y un pendrive con las mismas en septiembre de 2014.

No ha respondido, por considerar que puede perjudicar a su defensa en otros asuntos en los que se encuentra procesado, a si entregó antes esas grabaciones a la actual consellera, entonces diputada provincial (EU), Rosa Pérez Garijo.

El abogado de Benavent ha llamado la atención sobre el hecho de que López declaró que sí había entregado una copia de las grabaciones a la entonces diputada de Esquerra Unida, si bien la presidenta de la sala ha admitido que puede haber diferencias entre aquella declaración, realizada sin ninguna imputación, y la actual.

“Las grabaciones estaban en mi casa, las dejó Marcos ahí. Yo no he efectuado ninguna grabación, y tal y como las encontré las aporté al juzgado. Ni he manipulado ni he visto a nadie manipularlas”, ha insistido.

López ha asegurado que Benavent y su hija se divorciaron en 2009, y que no volvió a mantener relación alguna con él (las grabaciones se aportaron en 2014), que “todo el mundo en casa” sabía la clave del ordenador donde se encontraban las grabaciones.

“Él (Benavent) me decía que grababa a gente, pero no sabía a quién ni qué grababa”, ha explicado su exsuegro, que ha negado de forma vehemente (la presidenta le ha llegado a pedir que guardase las formas) que se pusiese en contacto con la fiscalía al conocer de una supuesta investigación hacia su persona.

Ha admitido que escuchó dichas grabaciones, y que en las mismas reconoció la voz del entonces presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, y del que fue su jefe de gabinete, Emilio Llopis, ambos procesados en diferentes piezas de esta misma causa.

También ha asegurado que guarda una copia de las grabaciones “ante notario, por si acaso”, aunque no ha aclarado a qué se refería con esa hipótesis.