Batick, la técnica de pintura milenaria que viajó de India y China hasta África

En esta era en la que prima lo virtual, en la que pocas cosas se tocan, mantener tradiciones como la pintura “Batick” merece dejar de mirar aunque sea un rato a través de la pantalla. Llamada originariamente “Batik”, es una técnica de pintura milenaria que se originó en la India y China y alcanzó su máxima expresión artística en Indonesia donde se cree que llegó en el siglo VII. Posteriormente se arraigó con mucha fuerza en varios países africanos.

Quizás es este largo viaje el que confunda al visitante de la exposición que Vito Langa ha inaugurado en Ker Casa África de Aldaia (Valencia) y que puede verse hasta el 3 de julio. La potencia del color quizás le transporte a la África negra, pero otras formas o trazados le dejará en Asia. Mucha cultura para una sola técnica.

Langa (Maputo, 1975) explica que esta técnica-que consiste en hacer dibujos sobre la tela derramando cera caliente sobre el tejido- es muy laboriosa. “Con el paso del tiempo fue evolucionando alcanzando versatilidad de materiales y efectos personalizados y particulares de cada artista. Esto generó una fuerte cultura en la tradición de representaciones estéticas”. En su caso, el 90 por ciento de mis pinturas son de aplicación de acrílico sobre tela mediante pincel”.

Por las celebraciones de la semana de África, Ker Casa África le propuso incluir una exposición de sus obras en una de sus actividades. “He de puntualizar que, en mi cultura ancestral de origen, los artistas desconocen las técnicas. Guiados por su instinto analizan la realidad con total libertad, seleccionan, simplifican y alteran las proporciones, pero todas estas modificaciones se integran en un conjunto orgánico y coherente. Todo ello resulta en representaciones que para mí son fantásticas y me identifico con este concepto y tradición artística”.

Tras haber realizado varios trabajos en escultura, Vito Langa se centra en la pintura donde exprime también sus expresiones en el espacio bidimensional, en el que finalmente plasma sus creaciones. En sus propuestas abundan las representaciones simbólicas, “simple de formas, creando estereotipos de alto valor emotivo”. El objetivo final es mediar entre el espectador y “las fuerzas místicas e invisibles que hay detrás de todas las cosas”.

“Seguramente el goce de mi obra no será inmediato, por eso sugiero la participación del espectador a una contemplación reflexiva, capaz de sobreponerse a las cualidades físicamente perceptibles de la existencia. Estoy seguro de que, mediante su conciencia y juicio, cada sensibilidad receptiva que asuma el espectador, encontrará los latidos que trato de mostrar en esta obra”.

Langa, es pintor, escultor, ceramista e ingeniero técnico industrial, una formación versátil que se ve reflejada en su obra. “Soy partidario de los temas que se pueden mostrar sin ver, de las propuestas ocultas o esquivas a la mirada frontal, propuestas que alertan a otros modos de comunicar y de percepción. A través de lenguaje en el que trato de expresarme, usando colores y sencillas formas planas, pretendo encontrar una estabilidad y equilibrio visual en el espacio”.

Su formación académica en artes empezó en la Escuela de Artes Visuales de Maputo donde desarrolló varias técnicas de dibujo, artes gráficas, cerámica, pintura y escultura. Continuó su formación en España, donde vive desde 1996. En Valencia sacó el título de Técnico en Cerámica Industrial en la Escuela de Cerámica de Manises y posteriormente, ingresó en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) donde se formó como Ingeniero Técnico Industrial.