Industria

Ximo Puig exige a la UE que rebaje el precio del gas: “La situación para la cerámica es inaguantable”

El precio de la factura energética de este sector superará en 2022 los 2.400 millones de euros

El president de la Generalitat Valenciana , Ximo Puig, se reúne con Stefano Bonaccin (i) i, presidente de la región italiana de Emilia-Romagna
El president de la Generalitat Valenciana , Ximo Puig, se reúne con Stefano Bonaccin (i) i, presidente de la región italiana de Emilia-RomagnaKai FORSTERLINGAgencia EFE

Las 245 empresas azulejeras que componen el sector cerámico de la provincia de Castellón pagarán este año una factura energética de más de 2.400 millones de euros, una cifra inasumible para una industria cuya facturación anual asciende a unos 5.000 millones de euros. Con estas cifras, no es de extrañar que las empresas españolas del sector -casi todas ubicadas en la provincia de Castellón- hayan presentado desde enero un total de 47 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que afectan a un total de 5.752 trabajadores.

Esta complicada situación afecta también a la región italiana de l’Emilia-Romagna, con una industria cerámica muy similar a la castellonense y que se encuentra en una situación parecida o, incluso, peor, puesto que no cuentan con la denominada “excepción ibérica”.

Por ello, el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig y su homólogo italiano, Stefano Bonaccini, han mantenido este mediodía un encuentro en el que se ha decidido que, antes de que acabe el año, mantendrán un encuentro con el comisario europeo de Economía, el también italiano Paolo Gentiloni, en el que le solicitarán “visualizar de una manera clara y directa en la UE que la situación de esta industria es inaguantable, inaplazable” y que, por lo tanto, “debe haber una acción por parte de la UE, porque nos estamos jugando el futuro de una industria fundamental”. Además, ha señalado el presidente, Bruselas debe plantearse el futuro del mercado de las emisiones de CO2, que en algunos momentos ha tenido un carácter “especulativo”.

El presidente ha asegurado que una de las medidas concretas que se van a plantear en dicho encuentro es que la UE adquiera el gas a través de una central de compras para que el precio sea inferior, puesto que los Estados no van a poder ayudar permanentemente a las empresas.

Por otra parte, Puig y Gentiloni han acordado renovar a lo largo de los próximos meses el protocolo de colaboración y cooperación entre las dos regiones, que se firmó por primera vez hace 30 años. “Hemos acordado buscar todos los puntos de conexión posibles para trabajar de la manera más coordinada posible”, también ante la nueva situación política en Italia.

El presidente valenciano ha visitado la región italiana para asistir a la feria Cersaie en Bolonia, el encuentro más importante del sector cerámico en Europa, y “prestar apoyo” al sector valenciano, que representa el 90 por ciento de la producción en España.

El conflicto bélico es el principal motivo coyuntural de la dramática situación de los azulejeros que han visto como en solo un año y medio los costes de producción se han disparado hasta el punto de no poder repercutirlos en el precio de venta. “A muchas empresas no les sale a cuenta seguir produciendo”, afirman fuentes del sector.

Pero, además de la situación excepcional ocasionada por el conflicto bélico, existe un panorama estructural tan importante o más como el punto anterior. Se trata del proceso de transición energética hacia modos de energía verde mucho más sostenibles, en el que la UE impone unos plazos “muy difíciles de cumplir”, aseguran desde el entorno del sector. Estos términos también tienen un coste económico, puesto que el coste de las emisiones de CO2 es cada vez mayor.

De ahí, que algunas empresas se planteen trasladar sus hornos y plantas de producción a países terceros donde no existan unos normas medioambientales que les condicionen las emisiones de CO2. Para impedir esta deslocalización, el presidente valenciano y el dirigente italiano podrían proponer que se replanteen los plazos de la transición y se limiten las importaciones de productos cerámicos de otros países donde los costes de producción son mucho más limitados y por lo tanto tienen precios mucho más competitivos.

La industria cerámica representa el 14 por ciento del PIB de la Comunidad Valenciana y genera 20.000 empleos directos y 60.000 indirectos.