Puente de Todos los Santos en Valencia: los cinco rincones imprescindibles que no aparecen en las guías turísticas

Muchas veces cuando nos encontramos de viaje en una ciudad nos gustaría descubrir aquellos rincones que solo conocen sus habitantes pero que, en la gran mayoría de las ocasiones, son los más imprescindibles. Es una forma de descubrir la verdadera cultura del lugar de una manera más certera y profunda. Aquellos sitios en los que se refugian los ciudadanos del lugar, sus preferidos.

Si este es tu caso y te encuentras disfrutando del puente de Todos los Santos estos días en Valencia, estas son nuestras recomendaciones:

- Huerta de Valencia: situada al norte de la ciudad, es uno de los espacios en los que se conservan los antiguos cultivos valencianos de forma originaria. De hecho, allí se encuentran algunas de las pocas “barracas” valencianas que quedan en pie. La zona engloba las localidades de , Alboraya y Puzol, al norte, hasta la Albufera, por el sur, y Paterna, Torrent y Moncada, al oeste. Se trata de una tierra llana que se eleva progresivamente desde el mar hacia el interior. Se divide en dos comarcas, l’Horta Nord al norte del río Turia y l’Horta sud, incluyendo a la ciudad de Valencia, al sur de este mismo.

Si te encuentras en la capital del Turia, sin duda alguna un estupendo plan vespertino es aprovechar para dar un paseo entre los huertos y conversar con los habitantes de sus casas.

- Port Saplaya, la pequeña Venecia valenciana: cerca de la huerta, pero ya en la costa, se encuentra la conocida como “pequeña Venecia valenciana”. Port Saplaya se encuentra en la zona este del término municipal de Alboraya, en la costa y a unos 2 km del núcleo de la localidad. Está situada a unos 500 metros al norte del barranco del Carraixet y muy próxima a la autovía V-21. Se encuentra en el litoral mediterráneo, y sus playas tienen una extensión de 1 km aproximadamente.

Port Saplaya nació como zona residencial en la década de 1970, siendo sus primeros empadronados del año 1975. Desde el primer momento se consolidó como una zona de segunda residencia aunque en la actualidad constituye la primera residencia de buena parte de sus habitantes.

Aun así, la población continúa siendo considerablemente mayor durante los meses de verano, hecho que ha llevado a la administración de Alboraya a extender sus servicios a la zona, como la AMIC (Agencia Municipal de Información al Ciudadano), el ambulatorio y la oficina de turismo.

Su particular arquitectura le confieren una imagen digna de ser visita.

- Casas del Cabanyal: el barrio marinero por antonomasia de la ciudad, el Cabanyal, bien merece una buena visita, incluso de todo el día. Es imprescindible un paseo por sus calles en el que contemplar las antiguas casas de pescadores, cuyas fachadas muestran hermosos mosaicos elaborados con cerámica valenciana. Si te encuentras en el barrio aprovecha para visitar también su Mercado, y para probar alguno de sus deliciosos restaurantes. No puedes dejar de dar un paseo por la playa de la Malvarrosa y del Cabanyal-Canyameral.

- Parque de Cabecera: Este parque metropolitano, de 167.869 metros cuadrados, recibe su denominación por encontrarse en la cabecera del antiguo cauce del río Turia en su entrada a Valencia, y recrea el paisaje original del río dando el protagonismo al agua.

Ubicado en el lecho histórico del río Turia, el parque prolonga el gran cinturón verde del Jardín del Turia. Fue inaugurado en julio de 2004, y ofrece a la ciudad y su área metropolitana un espacio verde que, por su extensión y configuración, actúa como marco para la realización de numerosas actividades.

La topografía, con las diferentes cotas del terreno, consigue crear ambientes íntimos con amplias vistas. Recrea el origen aluvial del lecho del río, que favorece la formación de islotes de sedimentación por el paso del agua, característica de nuestra geografía. La disposición de estos islotes y la vegetación enriquece la secuencia visual de los recorridos peatonales y ciclistas.

Un pulmón verde en plena ciudad.

- Ruta de los grafittis por el Carmen: este barrio es de sobra conocido, se encuentra en el corazón de la ciudad y se trata de la parte más antigua de la misma. Pero no todos saben que existe una ruta de grafittis de alta calidad artística pintados a lo largo de todo el barrio. Algunos son gigantescos, ocupan fincas enteras. Es increíble, es una explosión artística. Muchos están en calles escondidas y pasan desapercibidos, como sucede en la calle Liria y luego Guillén de Castro hasta el IVAM. Con una rápida búsqueda en internet encontrarás la ruta para conocerlos una a uno.