En consulta con Enric Valls

Dependencia emocional: “No puedo vivir sin ti”

Este fenómeno complejo afecta al 45 por ciento de los casos atendidos en consulta

Mar “salta” de relación en relación, Juan dice que se engancha muy fácilmente de sus parejas, Amparo tiene un apego por su bolso y propiedades, sólo de pensar que algún día tiene que venderlo por problemas económicos le genera ansiedad. ¿Qué les está ocurriendo?

La dependencia emocional es la necesidad excesiva de afecto hacia una persona, idea u objeto, generando una insatisfacción constante en quién la siente. Dicho fenómeno es actual y muy complejo siendo un 45% de los casos más atendidos en consulta. El que más vemos es la dependencia emocional hacía la pareja donde siempre hay alguien que se somete al otro debido a una baja autoestima, miedo a la soledad o al rechazo, o experiencias negativas de parejas anteriores.

Los psicoanalistas comentan que esta es una carencia afectiva originada en la infancia proyectada en el mundo de los adultos, es decir, un sistema de creencias formado en una etapa muy temprana de personalidad y reforzada en la edad adulta. Frases educacionales por parte del entorno como: “tú necesitas de alguien para estar bien”, “no serás feliz en soledad”, “todos necesitamos a una media naranja”, “necesitas a alguien que te cuide” y un largo etc.

Como nadie nos ha enseñado a cómo gestionar este tipo de situaciones y además en ocasiones viene fomentado por películas, canciones, libros, sistema de creencias, y falta de información, hay muchas personas que sufren mucho porque se someten a las necesidades del otro. Estas tienen la dificultad para establecer límites, les cuesta decir “NO”, quieren agradar a la persona que tienen delante y sienten sentimientos de miedo, culpa y vacío.

Además otra característica es el deseo de exclusividad recurrente pidiendo a la pareja atención constante y anteponen a la pareja antes que el ocio, las amistades, la familia e incluso el trabajo.

El psicólogo italoamericano experto en dependencia emocional Walter Riso la define como la vinculación mental y emocional que produce una irracionalidad absoluta.

Cuando dependemos del otro estamos creando una situación que cada vez se convierte en algo más difícil de digerir. La gestión emocional es esencial para poder construir un vínculo sano con el otro. Si uno reconoce lo que tiene y lo que es va a resultarle más sencillo construir una buena relación.

La gestión emocional tiene que ver con la capacidad que tenemos para maniobrar con nuestras propias emociones y autoestima y es muy necesaria porque, de lo contrario, estaremos constantemente buscando la validación del otro, pudiendo generar rechazo, agotamiento y distancia. Recuerda que la pareja no es control, es franqueza y por ende tiene que haber un voto de confianza para que las cosas se desarrollen. Así que pasa más tiempo contigo y explora que es lo que ha ocurrido para poder trabajarlo.

La dependencia emocional no es amor. Una relación sana y saludable se caracteriza por tres elementos. Por un lado la intimidad que es mostrarse como uno es al otro, sin complejos, con naturalidad y espontaneidad. El “Eros” que es la pasión, la química y el sexo y por último el compromiso que es un plan armado de dos y que va en la misma dirección.

¿Qué podemos hacer entonces? Reconocer el problema, el primer paso es ser consciente. Elimina de tu mente la frase “tengo miedo a perderlo o necesito al otro para estar bien” ya que asociamos la palabra pérdida como algo que nos falta y eso ya nos está condicionando. Céntrate en los puntos fuertes de tu vida, ponte en valor y cuida tu entorno. Trabaja en ti, aprende a estar sólo. Potencia tu vida social. Evita las expectativas. Ponle freno al pasado y si ves que no puedes hacerlo sólo pide ayuda profesional.

Enric Valls es psicólogo experto en Salud Mental y Educación