Agricultura

Seis hectáreas por explotación agraria, el lastre del minifundismo valenciano

El tamaño medio de los cultivos en España es de 26 hectáreas, muy lejos de las pequeñas superficies valencianas que lastran la productividad del sector

Un agricultor fumiga con su tractor un campo de hortalizas en el área metropolitana de Valencia
Un agricultor fumiga con su tractor un campo de hortalizas en el área metropolitana de ValenciaKai FORSTERLINGAgencia EFE

El tamaño medio de una explotación agraria en España es de 26 hectáreas. En la Comunidad Valenciana esta superficie es de solo seis. Una diferencia abismal que lo es todavía más si nos fijamos en las autonomías que se sitúan en la cabeza del “ranking”, como Castilla y León, donde la media oficial llega a las 63 hectáreas; las 53 hectáreas de Aragón, o las 43 hectáreas de media en Extremadura.

Para analizar correctamente estos datos, cabe destacar que las autonomías con mayor extensión por cultivo se dedican fundamentalmente a producción de secano, unos cultivos que no podrían alcanzar la rentabilidad por debajo de las 100 hectáreas.

Aún así, y a pesar de que este es un matiz a tener en cuenta, sigue siendo una gran diferencia para una región como la valenciana, que se sitúa entre las principales productoras agrarias de todo el país.

En la parte baja de la tabla de superficie media por explotación, Galicia acompaña a la Comunidad Valenciana, con nueve hectáreas por explotación.

Baja productividad

A la vista de los datos de productividad de la agricultura valenciana, el llamado minifundismo -pequeñas superficies de cultivo, frente al latifundismo- se ha convertido ya en un gran lastre para el sector valenciano.

Según los datos de la última edición del «Observatorio sobre el sector agroalimentario de las regiones españolas», impulsado por Cajamar y elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), la productividad real por ocupado en el sector agrario de la Comunidad Valenciana es un 12 por ciento inferior a la media nacional, con 37.690 euros por empleado en la región frente a los 41.175 en España.

Este dato negativo contrasta con otros mucho más alentadores que reflejan el potencial de este sector. Sin duda alguna, la Comunidad Valenciana es una de las economías regionales más potentes en materia agrícola siendo, por ejemplo, la principal productora de cítricos en toda España con más del 48 por ciento de producción nacional, y la tercera en exportaciones.

El once por ciento de las 906.916 explotaciones agrarias de toda España se encuentra en la Comunidad Valenciana, ocupando el 2,5 por ciento de todas las hectáreas en el país.

Según los datos de este mismo informe, el sector agroalimentario de la Comunidad Valenciana representó en 2021 el 9,6 por ciento del PIB (9.392 millones de euros), de los cuales el 23,8 por ciento corresponden al sector primario, es decir, a la agricultura.

Además, la Comunidad Valenciana es la tercera en volumen de empleo, con 237.848 trabajadores en el sector agroalimentario (10,6 por ciento del total nacional), que representa el 12,2 por ciento de los puestos de trabajo generados en la región.

Sin embargo, el informe apunta que la baja productividad del sector agroalimentario, unida a los costes laborales por encima de la media, principalmente en la fase de comercialización, se traduce en un 14 por ciento menos de competitividad que la media nacional.