Tribuna

¿Qué hace falta para impulsar la electromovilidad en la Comunidad Valenciana?

La urgencia no consiste en implantar cualquier infraestructura de recarga

Vehículo eléctrico en recarga en un garaje.
Vehículo eléctrico en recarga en un garaje.La RazónCortesía de dcbel / Unsplash.

Hace ahora justo un año, una importante organización de consumidores denunciaba que la cantidad de electrolineras en los municipios de la Comunidad Valenciana era muy «limitada» en puntos de carga rápida o semi rápida y que estos no siempre funcionaban.

Este dato, que en principio suena bastante negativo, deberíamos contextualizarlo para comprobar si en términos de indicadores de infraestructura de recarga pública esa comunidad se encuentra en una buena posición o, por el contrario, debería acelerar el ritmo si quiere cumplir con su parte alícuota de los compromisos y objetivos de descarbonización de la movilidad recogidos en los distintos planes nacionales y europeos, teniendo muy en cuenta, además, la reciente aprobación por parte del Parlamento Europeo de la prohibición de vender vehículos de combustión a partir de 2035.

Si observamos el Indicador de Infraestructura de Recarga correspondiente al tercer trimestre de 2022, publicado por la patronal de los fabricantes de automóviles (Anfac), el pesimismo inicial al que nos referíamos se torna en moderado optimismo cuando comprobamos los datos que el citado Indicador ofrece para la Comunitat Valenciana, 6,9, mientras la media española es de 6,2.

Sin embargo, y a pesar de este positivo escenario, es esencial la urgente necesidad de acelerar la implantación de infraestructuras de recarga eléctrica pública de vehículos. Y la urgencia no consiste en implantar cualquier infraestructura de recarga, deriva de la necesidad de instalar masivamente puntos de recarga rápida y ultrarrápida, menos de 15 minutos, si queremos que los usuarios pierdan el miedo a realizar trayectos interurbanos con sus vehículos eléctricos, uno de los desafíos a los que se enfrenta el camino hacia la compra generalizada de estos vehículos además del precio y la autonomía de las baterías.

Es evidente que a pesar de los esfuerzos para remover las trabas regulatorias y burocráticas de las distintas Administraciones, de los incentivos fiscales y económicos para su instalación, de las regulaciones legales que obligan a su instalación en gasolineras y otros espacios, de los enormes planes de inversión de las grandes compañías eléctricas y petroleras, todo ello no es todavía suficiente para que la Comunitat alcance una velocidad correcta de crucero, soslayando la peligrosa tendencia de los potenciales usuarios de vehículos electrificados de «esperar y ver como marcha la cosa». ¿Qué falta entonces?

Pues además de confianza, de más concienciación medioambiental, de más incentivos fiscales y de precios asequibles de los vehículos eléctricos, quizá algunas de las 16 medidas propuestas por ANFAC para acelerar la instalación de infraestructura de recarga en España sería interesante prestarles atención, aunque algunas de ellas ya han comenzado a tomar forma.

De esa medidas que todavía están lejos de implementarse, parecen especialmente interesantes las que se refieren a la flexibilización temporal de los costes fijos en los puntos de recarga pública, la de garantizar a los consumidores la continuidad en la prestación de los servicios de recarga o la inclusión de proyectos de reforzamiento de red necesario para la instalación de los puntos de recarga de vehículos eléctricos de alta potencia (+250kW), en los planes de inversiones anuales y plurianuales de las distribuidoras eléctricas.

Los vehículos eléctricos revolucionarán la movilidad en todo el mundo y desempeñarán un papel fundamental en la descarbonización de nuestra economía, pero para que ello sea posible en un horizonte temporal razonable y realista en la Comunitat Valenciana, es necesario un impulso decidido en la instalación de puntos de recarga eléctrica pública interurbana suficientes, rápidos e interoperables, sobre todo teniendo en cuenta que el Indicador de Penetración de Vehículos Electrificados, correspondiente al tercer trimestre de este año en esta comunidad, sitúa a la valenciana ligeramente por debajo de la media española.

Seguro que lo mejor está por llegar, y las enormes inversiones que va a suponer el proyecto de Sagunto ayudará sin duda a ello. Pero mientras todo eso se consolida, mientras los efectos del PERTE del vehículo eléctrico y conectado da sus frutos en términos de innovación y empleo, no perdamos el impulso.

Gregorio Serrano López es senior Advisor de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada de EY.