Aborto

El obispo de Orihuela compara escuchar los latidos del feto con las imágenes “espeluznantes” de las cajetillas de tabaco

José Ignacio Munilla apoya la polémica medida propuesta por Vox en Castilla y León

El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, junto al retablo
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, junto al retabloLa RazónLa Razón

El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha apoyado este miércoles las medidas de disuasión del aborto que pretende implantar Vox en Castilla y León en redes sociales, donde ha adjuntado una imagen en la que comparaba este plan con lo que ocurre al comprar tabaco.

Munilla Aguirre (San Sebastián, 13 de noviembre de 1961) es un habitual de las redes y muchas veces se ha convertido en protagonista de ellas. Como ejemplo, cuando en febrero de 2022 entró a lomos de su burro en Orihuela para ser designado nuevo prelado de la diócesis de Orihuela- Alicante.

“Compro una cajetilla de tabaco y el Estado me obliga a ver imágenes espeluznantes para que esté bien informada y piense lo que voy a hacer aunque mi cuerpo sea mío”, pero “voy a abortar y no pueden hacerme oír el latido del feto para que esté bien informada y piense lo que voy a hacer porque mi cuerpo es solo mío”, recoge el texto, que concluye preguntándose: “¿De verdad?”

En su perfil de Twitter, Munilla afirmaba que no quería añadir o quitar “una sola palabra al mensaje de la imagen”.

Esta no es la primera ocasión en la que Munilla apoya medidas antiabortistas, pues el pasado 3 de noviembre también compartió una foto frente a una clínica abortiva de Alicante: “He participado en la campaña de ‘40 Días por la vida’ orando ante un abortorio”, decía en su cuenta.

Munilla, que participó entonces en una de las manifestaciones que realiza la organización provida internacional ‘40 Días por la vida’, resaltó que “si el aborto es progresismo, entonces la ley de la selva es la cumbre de la democracia”.

En su etapa previa como obispo de San Sebastián, el donostiarra ya subrayó que el aborto es “una masacre de inocentes” que supone un “holocausto silencioso”, también afirmó que la “ideología de género” quería “deconstruir el modelo familiar tradicional” y que era “una metástasis del marxismo, asumida ahora por la cultura secularizada, mayoritaria en Occidente”.