Política

La diáspora sin fin de los Ciudadanos en la Comunidad Valenciana

La diputada Mamen Peris afronta con ilusión el reto de tripular la nave del grupo autonómico de Ciudadanos en un puesto, el de portavoz, en el que nadie ha conseguido aguantar una legislatura entera

La síndica saliente de Ciudadanos en Les Corts (Izquierda), Ruth Merino, junto a la síndica actual, Mamen Peris, y la síndica adjunta, Mercedes VenturA
La síndica saliente de Ciudadanos en Les Corts (Izquierda), Ruth Merino, junto a la síndica actual, Mamen Peris, y la síndica adjunta, Mercedes VenturALa RazónCiudadanos

A cuatro meses de unas elecciones autonómicas que no pintan nada bien para la refundada formación naranja de Ciudadanos, la diputadaMamen Peris, afronta el reto de dirigir un grupo parlamentario que obtuvo 18 escaños en las elecciones de 2019, de los que conserva solo trece, y que bien podrían haber sido doce si el diputado que tomará posesión del escaño vacante de Ruth Merino hubiera decidido no aceptar la disciplina del partido del que se borró ya hace meses.

Por el camino se han quedado esta legislatura dos portavoces dimisionarios y cinco diputados que adjuraron de su partido, pero que utilizando el manido argumento de los tránsfugas, denunciaron que había sido su formación la que había cambiado de ideología, y no ellos, por lo que no se veían impelidos a devolver el escaño que obtuvieron cuando lucían la camiseta naranja del partido que los presentó a las elecciones.

Respecto a los portavoces, el primero en abandonar el barco fue el prolífico actor devenido en político, Toni Cantó, quien tras coquetear con el PP (después de pasar por UPy D y por Cs), pegó la espantada con el argumento de que Ciudadanos había participado junto al PSOE en una «bochornosa» moción de censura al gobierno autonómico de la Región de Murcia, que fracasó.

Antes de irse, optimizó mediáticamente su salida pidiendo a toda la dirección nacional del partido, liderada por Inés Arrimadas, que dimitiese, y propuso que la formación naranja se presentara de la mano del PP en las elecciones anticipadas de la Comunidad de Madrid.

Fue en estos comicios, los de Madrid, donde Cantó quiso reaparecer ya transfigurado al PP, pero las circunstancias no lo permitieron al no estar empadronado en la villa y corte; aunque más tarde fue premiado por Ayuso con la oficina del Español, de la que también dimitió meses después.

La primera dimisión, la que descabezó por primera vez al grupo en la X legislatura (en la IX también hubo portavoces dimisionarios) la protagonizó Cantó en marzo de 2021.

Le sustituyó en el cargo Ruth Merino, una desconocida en la política valenciana que, cuando aun no se había acostumbrado al escaño de síndica, vio como su grupo se desangraba con la salida de cinco diputados que ingresaban en el mixto con el escaño y su sueldo bajo el brazo, porque, como dijo el líder de la revuelta, Jesús Salmerón: «prefiero sentir pena a vergüenza por blanquear a quienes se han vendido al sanchismo y su banda, rompiendo gobiernos legítimos con mociones de censura». Pese a que todos ellos prometieron «seguir trabajando el libertad en defensa de los intereses de todos los valencianos», su actividad en el Parlamento ha distado mucho de ser frenética.

Echando la mirada atrás, la décima legislatura no ha resultado todavía más convulsa de lo que fue la novena en el grupo parlamentario Ciudadanos. Por aquel entonces, su primera portavoz, Carolina Punset también dimitió para buscar fortuna en el Parlamento Europeo como diputada. Ejerció su labor en Les Corts menos de un año, concretamente, desde junio de 2015 a febrero de 2016.

Les sustituyó en el cargo el diputado Alexis Marí, quien un año más tarde, se casaría con su predecesora. Ambos criticaron abiertamente a la dirección de su partido, liderado entonces por Albert Rivera, del que dijeron que se dopaba con Cola Cao. La dirección nacional de Cs sustituyó a Marí como portavoz en abril de 2017 y puso en su lugar a la alicantina Mari Carmen Sánchez. En junio de ese mismo año, Marí y tres diputados más abandonaron la formación «olvidando» nuevamente devolver los escaños, y formaron un grupo de no adscritos autodenominado «els Agermanats».

Y volviendo a la legislatura actual, Ruth Merino decidió decir basta el pasado día 12 de enero ante el ninguneo constante de Madrid. Le sustituye Mamen Peris, a la que se le puede desear suerte, pero no una larga singladura.