Inmigración

Alicante: puerta de entrada a Europa en patera

Este año han llegado a la costa del sur de la Comunidad Valenciana 348 personas a bordo de embarcaciones precarias

Voluntarios de Cruz Roja atienden en el puerto de Alicante a inmigrantes que llegan en patera a la costa de Alicante.
Voluntarios de Cruz Roja atienden en el puerto de Alicante a inmigrantes que llegan en patera a la costa de Alicante.La Razón

El drama de la inmigración no cesa en Alicante ni en la Comunidad Valenciana ni, claro está, en toda España. Los datos hablan por sí solos, y Cruz Roja ha atendido desde enero a 348 personas que han llegado a la costa de Alicante a bordo de pateras; de ellas, 164 desembarcaron en el mes de agosto.

El movimiento de embarcaciones precarias en el Mediterráneo, por tanto, se ha reactivado. Guardamar del Segura, l’Alfàs del Pi, Calpe, Arenales del Sol, en Elche, Torrevieja, Jávea e incluso Gandía, en la provincia de Valencia, son algunos de los municipios en cuyas playas se han localizado pateras. Todos se lanzan al mar en busca de un mundo mejor o, dicho de otra forma, de oportunidades que en sus países de origen -la mayoría viajan de Argelia a Alicante- no encuentran.

Tal y como explica Marta Marín, responsable del dispositivo de atención a inmigrantes de Cruz Roja en Alicante, «las personas llegan a la costa del sur de la Comunidad Valenciana como puerta de entrada a otros países de Europa, principalmente, Francia, dado que muchos proceden de Argelia, país de habla francesa». Esa es la razón por la que luego eligen ese país de Europa para instalarse y rehacer sus vidas.

Normalmente la llegada de inmigrantes en patera se dispara en septiembre y octubre porque, añaden en Cruz Roja, son meses en los que el mar está en calma; es decir, con unas condiciones más favorables para la navegación; si bien en agosto de este año se han disparado las cifras. «La travesía entre el norte de Argelia y Alicante dura entre 24 y 48 horas, aunque sí naufragan pueden tardar cinco días en llegar hasta nuestras costas», indica Marín, que recalca que normalmente las personas que asiste Cruz Roja en el puerto de Alicante, se encuentran en buen estado de salud, a pesar del viaje.

Naufragios

«Este mes de agosto sí que estamos atendiendo a mayor número de personas, pero las situaciones dramáticas, por suerte, son las menos numerosas», puntualiza. Pero, como lanzarse al mar en unas condiciones más que precarias acarrea riesgo, claro está, los naufragios se producen y dan lugar a momentos tan duros como el vivido en Dénia en marzo pasado, cuando varios barcos, encontraron cadáveres en el mar que arrastraron hasta el puerto con sus redes de pesca. Los cuerpos eran de dos inmigrantes que trataron de alcanzar la costa de Alicante.

A diferencia de otros años, en 2023 ha cambiado el perfil de las personas que llegan a España por vía marítima. Según la información de Cruz Roja, predominaba el perfil del varón, adulto, con un estado de salud bueno y procedente de los países del Magreb, zona del norte de África que, a su vez, la integran Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. Pero ese perfil ha cambiado y ahora cada vez llegan más mujeres y niños en las pateras.

Así, Cruz Roja ha registrado hasta el mes de agosto año 25 intervenciones de emergencia por pateras en Alicante, y de las 348 personas atendidas, hay 32 mujeres y 45 son bebés, niños o menores. Sean hombres o mujeres, el motivo por el que quieren entrar a Europa es el mismo, encontrar oportunidades de un futuro mejor. Hay que destacar que, por el vínculo histórico entre Alicante y Argelia, las rutas de inmigrantes por el Mediterráneo suelen salir desde Orán y Dellys. Y el tipo de embarcación suele ser con motor fuera borda, trasladando de media entre diez y quince personas.

Los datos del Ministerio del Interior también evidencian en julio y agosto han llegado por mar a España 8.770 personas, ya sea por el Mediterráneo o por Canarias; de ellas, más más de 5.000 concluyeron su travesía en agosto, concretamente, 2.447 llegaron por la ruta del Mediterráneo; una ruta que engloba toda la Costa de Levante, especialmente Andalucía, Murcia, el sur de la Comunidad Valenciana. Las otras vías de entrada por mar es Baleares y, por supuesto, Canarias.

De la patera a tierra de nadie

Una vez que los inmigrantes llegan a bordo de embarcaciones precarias las playas o calas de la costa de la provincia de Alicante, reciben asistencia en el puerto de Alicante, en el que, cabe recordar, que se encuentra el Centro de Atención Temporal de Extranjeros, CATE, que centraliza la gestión de pateras de toda la Comunidad Valenciana. Pero... ¿qué ocurre después? Que las esperanzas de una vida mejor se desvanecen en un ay y los inmigrantes, en su mayoría viajan a Alicante desde Argelia, se encuentran en tierra de nadie; condenados a estar en la calle y en situación irregular. Eso sí, los que cuentan con familia en Francia -Argelia es excolonia gala- tienen más fácil viajar hasta allí, y salir de la nada. La razón, explican en Cruz Roja, es que no hay un convenio con Argelia que contemple el retorno a su país de origen. Al quedar el proceso de expulsión bloqueado, tienen en Cruz Roja y otras ONG su única opción para estar arropados en Alicante. Las trabas burocráticas que a día de hoy pone Argelia a estos ciudadanos los deja abandonados a su suerte, sin que sean reconocidos por su país de origen y no por el destino, España.

Así las cosas, y en previsión de que en septiembre sigan llegando personas a la costa del sur de la Comunidad Valenciana, Cruz Roja seguirá atendiéndoles en el puerto de Alicante. Mientras, las políticas migratorias del Ministerio del Interior siguen apostando por la cooperación bilateral con los países de origen, aquellos desde lo que se genera el tránsito de personas, para frenar la llegada de pateras al litoral mediterráneo.