Este es el pueblo costero que se ha convertido en el Santorini español

Cuando uno piensa en el Mediterráneo lo primero que evoca es el olor a mar, la sensación de la arena en los pies, la brisa fresca, las calles empedradas, la buena gastronomía, las noches al aire libre o la desconexión en su más puro estado natural. Sin duda, la costa gana año tras año adeptos que disfrutan de un retiro vacacional en las playas mediterráneas, y por ello destinos como la Costa Blanca de Alicante suelen ser los favoritos para huir de la rutina y vivir una auténtica experiencia vacacional. No obstante, existen enclaves concretos, espacios muy valorados, que son destinos únicos que cada vez ganan más adeptos. De esta forma, si hay un lugar que este verano captará todas las miradas, es el bautizado como Santorini español, un municipio alicantino que cuenta con todas las virtudes del mediterráneo, si necesidad de salir de España.

La Guía National Geographic destaca el legado cultural y la identidad marinera de este enclave con un perfil cinematográfico que enamora a quienes lo visitan, y que la propia guía resalta que se enmarca en "una postal que le ha valido el sobrenombre de la 'cúpula del Mediterráneo', pero que más allá de ser un reclamo turístico de Alicante, reivindica su belleza, legado cultural e historia".

Se trata de la ciudad de Altea, la perla blanca de Alicante que se ha posicionado como una auténtica joya con vistas a un inmenso mar mediterráneo.

Entre las posibles actividades que se propone para descubrir esta localidad, se encuentra visitar el Casco Antiguo, uno de los más bonitos de la Costa Blanca. Se encuentra ubicado sobre una pequeña colina y está formado por varias calles que se entrecruzan, unas escaleras de piedra, con un horizonte con vistas al mar.

También se recomienda visitar la Iglesia de la Virgen Nuestra Señora del Consuelo, cuya cúpula es la que da por excelencia el nombre de 'la cúpula del Mediterráneo' que además "adquiere especial relevancia gracias a las baldosas color azul marino que recubren las dos cúpulas de la iglesia y que atrapan todas las miradas", señala la National Geographic.

Otro de los puntos más destacados es el Templo del Arcángel Miguel, una iglesia ortodoxa rusa que puede presumir de ser la primera del estado español. "Con el fin de la Guerra Fría, los pueblos costeros del norte de Alicante se hicieron populares entre la población rusa, pero no fue hasta 2007 que estos tuvieron un espacio de retiro y adoración, cuando un empresario ruso decidió construir el templo".

También es imprescindible visitar el Molí de Bellaguarda, así como el Mirador del Portal Viejo, que ofrece una de las mejores panorámicas de la bahía alicantina. Destaca, asimismo, el Mirador Blanco, incluido en la parte renacentista del casco antiguo, y ubicado en una plaza en pleno centro que permite admirar la grandiosidad de la zona mediterránea.

En definitiva, todo un paraíso por descubrir y donde poder pasar unos días de descanso en cualquier momento del año, ya que su buen clima, su fácil acceso y la calidez de sus gentes hacen de este lugar uno de los destinos mejor valorados por los turistas.