Agricultura

El "gorgojo africano", la plaga que amenaza el boniato de la Vega Baja

Asaja Alicante advierte que sufre una merma del 30% de las 800 hectáreas cultivadas en una región donde se producen 40 millones de kilos con 20 millones de euros de valor

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BatatasLa Razón

La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) Alicante ha advertido este lunes de la “grave amenaza” que representa la plaga ‘cylas puncticollis’, conocida como ‘gorgojo africano de la batata’, para la producción de boniato en la comarca alicantina de la Vega Baja.

En un comunicado, Asaja Alicante ha explicado que esta plaga, presumiblemente introducida desde África junto con importaciones de boniatos, afecta actualmente al 30 por ciento de las 800 hectáreas cultivadas en municipios alicantinos como Guardamar, Rojales, Catral, San Fulgencio, Almoradí y Orihuela.

Con una producción estimada de 40 millones de kilogramos y un valor económico de unos 20 millones de euros, el cultivo está en peligro de desaparecer en la próxima campaña si no se toman medidas urgentes, según la entidad.

La ‘cylas puncticollis’, una plaga específica de África que ataca hojas, tallos y raíces de la batata, causa daños severos como deformación de tallos, túneles de larvas y reducción del tamaño y calidad de las raíces, volviéndolas incomestibles.

Aunque apareció en 2024 con daños casi imperceptibles, este año su incidencia ha crecido "alarmantemente", siguiendo un patrón similar al observado en Cádiz, donde afecta al 50 por ciento de la superficie cultivada, según la organización.

La Vega Baja, conocida por su tradición hortofrutícola, ha diversificado su economía con el boniato, un cultivo estratégico que genera empleo y sostenibilidad. Sin embargo, la falta de estrategias efectivas contra esta plaga importada agrava la situación, especialmente tras años de sequía y presión de otras amenazas como el ‘trips sudafricano’.

La asociación agraria subraya que el ‘gorgojo africano’ comparte características con ‘cylas formicarius’, otra plaga global de la batata, pero su origen africano y su impacto localizado lo convierten en un reto específico para la región.

Asaja Alicante sigue vigilando de cerca la situación y colaborando con las autoridades para determinar el alcance de la plaga, a las que pide la autorización excepcional de plaguicidas que sean eficaces para el control de la plaga.