Infraestructuras
Así se gestionó la DANA: ocho correos y una llamada ante el alto riesgo de rotura de la presa
Varios responsables del Miteco supieron que Forata podía romperse, dieron por «recibida» la información y no se descolgó un teléfono hasta las 19:30 horas
El municipio de Utiel es la primera localidad de donde llegan las imágenes de una gran riada que arrastra incluso un coche de policía local. Es el río Magro que baja completamente desbocado y aún hay peligro de que ocurra algo más grave. El embalse de Forata, que lo regula puede no tener suficiente capacidad para recoger todo el agua de una DANA que ha devastado 69 localidades de la provincia de Valencia y que suma más de 200 fallecidos.
Todo esto ocurre antes de las dos de la tarde. Las alarmas, por tanto, ya han saltado, las lluvias van a ser torrenciales y hay que buscar la manera de que generen los menores daños posibles.
A lo largo de los últimos días, cuando todavía sigue el barro, se buscan desaparecidos y ni siquiera ha habido tiempo dar consuelo a los familias, se ha producido ya un primer análisis para determinar quién tuvo en sus manos minimizar los daños de esta catástrofe.
Hasta ahora, la cronología de los hechos y los gravísimos efectos provocados por el desbordamiento en el barranco del Poyo, han hecho que todas las miradas se dirijan a este punto. Sin embargo, hasta que el barranco llegue a acumular a las 18:55 un total de 2.282 metros cúbicos por segundo, ocurren una serie de acontecimientos que deben tenerse en cuenta en la cronología de los hechos.
El barranco del Poyo desemboca en L' Albufera. El río Magro en el Júcar, y en su trayecto, varios barrancos, como el del Poyo, pueden recibir agua de sus aportaciones, ya sea directamente o a través de flujos de escorrentía que conectan con este sistema fluvial.
Entre las 15:54 y las 19:33 la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) envían ocho correos electrónicos en relación a la presa de Forata. Desde las 17:00 horas se ha constituido el Cecopi (Centro de Coordinación Operativo Integrado), en el que, tal y como han remarcado estos días desde la Generalitat valenciana, también hay una persona de la CHJ.
A las 15:54 se comunica que en la próxima hora se prevén caudales superiores a 1.000 metros cúbicos por segundo en el río Magro porque es necesario «aliviar» la presa. Advierte además de las poblaciones que pueden verse afectadas por el crecimiento del río Magro. Son Montroi, Real, Alfarp, L’ Alcúdia y Algemesí. Avisa de que «estos caudales se incorporan al río Júcar en Algemesí. Se continua el seguimiento».
Emergencias envía una alerta hidrológica a las 17.35 y la notifica a todos los municipios que están en la ribera del Magro y también del Júcar, para advertir de que existe riesgo de desbordamiento generalizado, por lo que se pide a la población que se aleje de las zonas próximas al río.
La situación sigue empeorando y a las 18.04, la CHJ comunica al Cecopi que se ha declarado «el escenario 2 del plan de emergencias en la presa de Forata».
Según los correos a los que ha tenido acceso LA RAZÓN, este mismo aviso se envía la división de seguridad de Infraestructuras y desde el Ministerio de Transición Ecológica se confirma que se ha recibido. Esta es la única respuesta. Entre los receptores figura el subdirector general del Departamento Subdirección General de Dominio Público Hidráulico e Infraestructuras.
La pregunta
¿Tiene la Confederación Hidrográfica del Júcar que actuar al conocer que una infraestructura que es de su titularidad tiene riesgo de rotura? LA RAZÓN intentó ayer, sin éxito, conocer la versión del organismo de cuenca, pues además del director general anteriormente mencionado y la técnico que envía los correos electrónicos hay otras cinco responsables que reciben esta información.
El escenario 2, que no se detalla en la comunicación al Cecopi, se declara cuando existe riesgo de rotura o avería grave de la presa y no puede asegurarse con certeza que la situación pueda ser controlada «mediante la aplicación de las medidas y medios disponibles».
Los datos que refleja el sistema de control de aforos de la Confederación Hidrográfica del Júcar es verdaderamente alarmante. La tragedia todavía podría haber sido mayor si la presa hubiese resultado dañada. En una gráfica se muestra un pico de 37,7 hectómetros cúbicos embalsados cuando la capacidad total del mismo es de 37,34 hectómetros cúbicos.
A partir de ese momento no hay más correos electrónicos. Sobre las 19:30 se produce la primera comunicación verbal con el Cecopi para advertir de que el escenario 2 no es suficiente para describir la situación, hay que pasar al 3. Esto es, «la probabilidad de rotura es elevada, o ya ha comenzado, resultando prácticamente inevitable que se produzca la onda de avenida generada por la avería o la rotura». El río Magro puede elevar su caudal hasta los 1.500 metros cúbicos por segundo.
Poco antes de esta llamada, concretamente a las 18:46 se reanuda la comunicación vía correo electrónico entre la CHJ con el Cecopi. Se transmite que el barranco del Poyo ya lleva un caudal de 1.686 metros cúbicos y no se ha evacuado a la población ni tampoco se le ha indicado que se ponga a salvo.
Cientos de personas quedan atrapadas con sus coches, pues la riada se lleva todo lo que encuentra a su paso.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha puesto de manifiesto en varias entrevistas su sorpresa pues, pese a la gravedad de la situación la comunicación se realiza a través de correo electrónico. Incide además en que durante dos horas y media no se les informa de que el caudal del barranco del Poyo sigue creciendo, pese a que las últimas comunicaciones han informado precisamente de lo contrario. El caudal del barranco del Poyo empieza a bajar hasta que se les avisa a las 18:46 de una espectacular subida.
A día de hoy, CHJ ha asegurado que su actuación fue la que engloban sus competencias y que su misión es informar sobre el caudal que circula en los ríos de la cuenca, así como del estado de los embalses. Las alertas, ha remarcado, no están dentro de su cometido.
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