Memoria

Una asociación intenta recuperar la memoria de los gancheros del Turia

La Serranía tuvo un oficio, el de ganchero, que fue fundamental para su economía durante siglos

Fotograma de la película El río que nos lleva, de Dulcinea Producciones
Fotograma de la película El río que nos lleva, de Dulcinea ProduccionesLa Razón

La asociación Gancheros del Turia promovida por el divulgador e investigador, y militar en la reserva, Manuel Félix Cruz, presentará el próximo día 11 en Chulilla (Valencia) el proyecto para la recuperación de la historia y tradición de los gancheros del Turia, es decir, aquellos aguerridos lugareños de la comarca valenciana de La Serranía que se encargaban de bajar por el río Turia los troncos de las explotaciones madereras hasta la ciudad de Valencia.

Recuperar la memoria colectiva el transporte fluvial de maderas, los oficios relacionados con ello y muy especialmente, el ancestral oficio de ganchero, ponerlos en valor y darlos a conocer a las nuevas generaciones evitando así que se mantengan en el olvido; es la intención de esta asociación, recordando la importancia que ha tenido el Río Turia como elemento vertebrador de la sociedad valenciana.

La asociación está actualmente en vías de constitución, y se hará si se obtienen apoyos y colaboraciones suficientes para constituirse como tal, ya que de momento se basa todo en la voluntariedad de Manuel Félix Cruz.

La presentación de la asociación se celebrará el 11 de noviembre en Chulilla
La presentación de la asociación se celebrará el 11 de noviembre en ChulillaLa Razón

Explica el promotor de la asociación que hasta la revolución industrial, la madera, extraída de las sierras del interior peninsular y, conducida por las rutas fluviales hasta los puntos de su consumo, tuvo primordial importancia, como materia prima para la fabricación de herramientas, muebles, edificios, puentes, barcos, cajas para frutas, traviesas de ferrocarril, etcétera, sufriendo una paulatina pérdida de importancia, debido a la aparición del transporte mecanizado por carretera y ferrocarril, y a la sustitución de la madera como materia prima por otras como el hierro y el acero.

Fue el geógrafo musulmán del siglo XII, Al-Idrisi, de quien primero se tienen noticias escritas sobre el transporte de maderas en los ríos Ebro y Cabriel - Júcar. En el río Guadalaviar - Turia las primeras referencias que se tienen son noticias referentes a pleitos acontecidos en época de reconquista. Así, Jaime I, en 1267, concedió privilegio para que la madera pudiera conducirse por cualquier medio, incluidos los ríos Guadalaviar-Turia y Júcar, sin pagar derechos ni peaje. Recordemos que el Turia atravesaba tierras del reino de Castilla (Tierras de Moya) con lo que podríamos decir que el transporte de las maderas se convertía en un transporte internacional.

Hoy, la memoria de los madereros está viva en la comarca pero no es suficiente para asegurar su difusión y su preservación.

Uno de los objetivos de la asociación también es poder participar del galardón concedido a los madereros de Antella que bajo la denominación de Maeros del Xúquer, es la entidad organizadora de la Maerà d’Antella, fiesta declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Este propósito, el de recuperar una «maerà» en aguas del Turia lo tiene también el divulgador Manuel Felix Cruz, quien ya ha diseñado un sendero interpretativo que sigue la ancestral ruta de las maderadas desde el Rincón de Ademuz hasta la ciudad de Valencia.

Antes de la cita de Chulilla, este sábado, Félix ofrecerá una conferencia en el Centro Social de Titaguas a las 18.00 horas donde también tratará de promover el interés hacia esta cultura ancestral que definió toda una casta, la de los madereros, que en el caso de los de Chelva, llegaron incluso a formar un destacamento durante la Guerra de Independencia.