El Ayuntamiento de Valencia se reunirá con los vendedores del Mercado de Colón y no descarta subir algún puesto a la superficie

El alcalde de Valencia, Joan Ribó ha reconocido que está dispuesto a reunirse con los vendedores del Mercado de Colón, los únicos que quedan del antiguo mercado de abastos, y que están relegados al sótano, y buscar una solución a los perjuicios que les puede originar la instalación de una tira de contar o mercadillo de frutas y verduras en el exterior del mercado.

Ribó ha insistido en que este tipo de instalaciones funcionan en otros mercados como el de Patraix o Benimaclet y no entran en competencia con los puestos del mercado, como considera que no entrará en competencia con el de Colón, al ser "de otro nivel".

La vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez, que conoce de cerca el asunto al ser la presidenta del Mercado de Colón, le ha dicho que los puestos que hay en ese mercado, "no son de lujo, son paradas como las de cualquier otro mercado municipal".

Gómez ha dicho que ella sí que negociará con los vendedores, y que no descarta subir las paradas que ahora están en el sótano, a la superficie, porque dice que la decisión de "terciarizar" ese mercado (cambiar los puestos por cafeterías) no fue de ellos, y que revertirla es muy difícil.

Ha dicho que "hay que escuchar a los comerciantes que se pueden quedar en desventaja. Hay que estar con la gente, conocerlos, con el tipo de producto. Son paradas normales. No son de productos de lujo".

Por su parte, Joan Ribó ha concluido respecto a la posibilidad de haber hecho antes las consultas que "no podemos abrir vías de diálogo de cada cosa que hacemos".