Climatología

El calor a destiempo hace saltar las alarmas sobre el riesgo de incendios en la Comunidad Valenciana

El fuego que arrasa estos días el interior de Castellón podría ser el preludio de un verano complicado

El incendio en el interior de Castellón había calcinado hasta ayer 3.000 hectáreas.
El incendio en el interior de Castellón había calcinado hasta ayer 3.000 hectáreas.Agencia EFE

Cuando marzo mayea, mayo marcea, reza el refrán. En marzo las temperaturas son altísimas en la provincia de Alicante, más bien propias del verano, llegando a los 26 grados, si bien mayo aún es una incógnita. Aunque el sol y el buen tiempo son perfectos para ir a la playa y, por tanto, para atraer a turistas hasta la provincia de Alicante en vísperas de Semana Santa, el calor y la escasez de lluvias han puesto al límite las reservas hídricas, al tiempo han encendido todas las alarmas por el riesgo de incendios en la Comunidad Valenciana. De hecho, el jueves por la tarde se declaró un incendio en el interior de Castellón que también ha afectado a la provincia de Teruel.

Así, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) considera 2022 como un año de sequía de larga duración que, en el caso de la provincia de Alicante, se traduce en cero lluvias desde hace un año. Como consecuencia, los embalses de agua en la provincia se encuentran al 30% de su capacidad.

El calor, tal y como explica Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA) y director del Laboratorio de Climatología de la UA, “las altas temperaturas preocupan en la medida en que no se recoge agua desde la primavera pasada; hay que recordar que marzo y abril del año pasado sí que fueron dos meses muy lluviosos y se acumuló mucha agua; es más se batieron récords de lluvia en muchos puntos de la Comunidad Valenciana y de la provincia de Alicante. Algo que permitió contar con una reserva que hemos ido gastando desde entonces”.

A causa de la escasez de precipitaciones, Olcina recalca que “se ha llegado al umbral de preemergencia de sequía en la cuenca del río Segura, que ya se ha decretado, y en la cuenca del río Júcar si no llueve en los dos próximos dos meses, tendrá que decretarse”.

Con un incendio en Castellón, Olcina lanza un aviso a navegantes. “El calor incrementa el riesgo de incendios y si ha llegado como ahora en marzo, las perspectivas no son muy buenas; por eso, hay que extender la precaución a toda la Comunidad Valenciana, dado que hay mucho matorral en nuestros montes y por desgracia estamos viviendo un incendio en Castellón”.

Daños para la agricultura

Tampoco sale beneficiada la agricultura por la subida de los termómetros, de hasta diez grados de un día para otro en marzo; hay que recordar que el sur, la comarca de la Vega Baja, es un territorio principalmente agrícola, bautizado como la huerta de Europa. “Estos calores tempranos distorsionan el calendario de algunos cultivos, es decir, adelantan la maduración y eso no es favorable. También es verdad que luego puede venir en abril una masa de aire frío y puede provocar heladas tardías; de una u otra forma es perjudicial para la agricultura”.

El hecho de que haya empezado la primavera con temperaturas propias del verano provoca también un aumento del consumo de agua urbano y para la agricultura; una combinación más que preocupante si sigue sin llover. Habrá que esperar pues a ver si mayo efectivamente marcea.