El calzado hecho en Alicante marca las tendencias para el próximo inverno: mucha bota y colores teja

Hay más que sol y playa en Alicante. La industria del calzado se mantiene con fuerza pese a la competencia y mantiene su crecimiento mirando, eso sí, con mucha desconfianza la situación de inflación.

Las empresas de la Comunitat Valenciana consolidan su peso en los mercados internacionales con una exportación durante 2022 de casi 1.300 millones de euros, casi la mitad del total nacional que rebasó los 3.000 millones. Así lo ha certificado este lunes el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, durante la segunda jornada de la Feria del Calzado de Milán, la principal del sector en Europa y donde las empresas de la valencianas acaparan 48 de los 100 expositores españoles en el certamen, principalmente de Elche, con 33.

En el certamen se han avanzado ya las tendencias de la próxima temporada de invierno. Colores tierra y de teja, zapatos estilo 'cowboy', plataformas y "muchas botas" destacan en la colección del centenar de empresas de calzado españolas presentes estos días en el certamen italiano.

La presidenta de la Federación de Industrias del Calzado de España (FICE), la alicantina Rosana Perán, ha explicado a Efe que esas tendencias se podrán ver en los escaparates españoles y del resto del mundo a partir de finales de agosto y principios de septiembre de 2023, y ha destacado que están siendo muy aceptadas por los clientes internacionales.

Según Perán, las primeras dos jornadas de Feria de Milán son para estar "muy contentos" ya que "las expectativas eran positivas y se están superando" por parte de los clientes de prácticamente todos los países de Europa, además de Estados Unidos, Oriente Próximo y Asia, principalmente Japón, China y Corea del Sur, "que están funcionando bien".

La única excepción es Alemania, "que es un poco el que más nos está preocupando" debido a que allí está afectando la situación económica y se refleja en que "la captación de pedidos no está yendo al ritmo esperado ni a las expectativas".

Aparte de los clientes germanos, el resto de mercados funciona bien y se mejoran las ventas con respecto a años precedentes, lo que hace ser muy optimistas en cuanto al futuro.

Esto es así porque, en palabras de la presidenta de la patronal española del calzado, 2022 se cerró con una cifra récord de 3.000 millones de euros en exportaciones que, si las previsiones se cumplen, se podrían superar a lo largo del presente año.

Otro de los países que mejor está funcionando en la Feria de Milán es Italia, "el segundo mercado de exportación", al que sigue Estados Unidos.

Precio y calidad

La clave del éxito del zapato español es que ha logrado una relación calidad-precio "bastante competitiva" porque se ha "aprendido a gestionar más nuestro valor" con esfuerzo en la digitalización y en la renovación de procesos que ha conducido a un posicionamiento "idóneo" en los mercados.

Por su parte, el director de Márketing de FICE, Imanol Martínez, ha explicado que las expectativas "se están superando" porque los mercados tradicionales funcionan bien y, además, se están recuperando países "muy interesantes", asiáticos, de Oriente Próximo y otros como Sudáfrica en los que se había perdido mucho terreno debido a la pandemia sanitaria de la covid-19.

"Esperamos reforzar aquí estos mercados (lejanos) para consolidar nuestra posición y seguir creciendo", ha apuntado Martínez.

Las buenas expectativas y el aumento en las exportaciones del pasado año, los referidos 3.000 millones de euros, hay que matizarlos porque incluyen la subida de precios del zapato por la carestía de los costes energéticos, el alza de las materias primas y los incrementos laborales, todo lo cual ha recortado los márgenes.

Aunque la patronal española del calzado tenía unas expectativas peores, el director de Márketing de FICE ha asegurado que, salvo en el caso de los clientes alemanes, hay optimismo porque se ve que "sigue habiendo una sensación de necesidad de salir, de comprar y de gastar".

El presidente Puig ha afirmado que ahora es el momento de "avanzar y continuar consolidando la posición" en el mundo del calzado valenciano, que emplea directamente a 22.000 personas sobre todo en las comarcas alicantinas del Vinalopó, con Elche, Elda y Petrer y Villena como epicentros, y que genera muchos más puestos de trabajo indirectos. También ha puesto el acento en la necesaria incorporación de los jóvenes a esta industria para garantizar su futuro.