La comida de Mazón en El Ventorro el día de la dana costó cerca de 160 euros

La polémica comida que tuvo lugar el pasado día 29 de octubre en el restaurante valenciano El Ventorro, entre el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana, podría haber costado alrededor de 160 euros, desglosados en dos menús cerrados de 75 euros cada uno. Así lo ha desvelado en declaraciones al programa "Espejo Público" de Antena 3 la vicepresidenta de El Español, Cruz Sánchez de Lara, quien además ha asegurado que Presidencia no ha querido hacer pública la factura del gasto por considerar que "no tiene importancia".

En su última comparecencia pública, Mazón aseguró no tener ningún problema en mostrar la factura, y aseguró que la comida con Vilaplana la había tenido en calidad de presidente del PP de la Comunitat Valenciana, no como presidente de la Generalitat.

Así, hace unos días aseguró que la presentación de la factura seguirá su curso y "con absoluta transparencia se depositará ante el Tribunal de Cuentas".

Cabe recordar que la comida se concertó para ofrecerle a Vilaplana el puesto de la dirección general de la radiotelevisión autonómica À Punt, cargo por el que un mes después presentó su renuncia el hasta entonces director general, Alfred Costa.

Cuestiones intrascendentes

Por su parte, la alcaldesa de València, María José Catalá, ha manifestado que la situación generada por la dana es "lo suficientemente dura" y de una "magnitud enorme" como para darle vueltas a cuestiones "intrascendentes" o "insignificantes" como el tique de una comida.

En declaraciones a los periodistas, Catalá ha afirmado que Mazón ha dicho que no tiene ningún inconveniente en mostrar la factura de la comida que mantuvo el día 29 de octubre, al ser preguntada sobre si cree que la polémica en torno a esta comida se resolvería si Mazón enseñara esa factura.

En todo caso, entiende que la situación provocada por la dana es "lo suficientemente dura" como para no andar con cuestiones que, a su juicio, son "bastante poco trascendentes como es un tique de una comida".

"Creo que esto es de una magnitud enorme y durísimo", hainsistido Catalá, para quien darle vueltas a un tique de una comida, que es algo desde su punto de vista "insignificante", "no tiene ningún sentido".