Infraestructuras contra la dana

Un corazón verde para salvar vidas: un parque para el área metropolitana de Valencia diez veces mayor que el Jardín del Turia

El Consell invertirá 150 millones en la creación de dos parques antiinundaciones en las riberas del Turia y del barranco del Poyo

El parque antiinundaciones diseñado abarca en las riberas del Turia y del barranco del Poyo
El parque antiinundaciones diseñado abarca en las riberas del Turia y del barranco del PoyoLa Razón

Un corazón verde formado por dos infraestructuras que salven vidas. Que actúen de escudo, como lo hizo la Albufera, para que la tragedia de la dana no vuelva a producirse. O, al menos, minimice los tan terribles daños que la riada causó en L’Horta Sud. Esa es la intención de la Generalitat valenciana con su último y más ambicioso proyecto: la puesta en marcha de dos parques antiinundaciones en las riberas del río Turia y del barranco del Poyo. Para ello, el Consell va a destinar 150 millones de euros y «alargar el antiguo cauce del Turia y otra infraestructura similar en L’Horta Sud que permita crear un nuevo parque metropolitano inundable que actúe como defensa ante inundaciones y complemente las obras de encauzamiento de los barrancos que tiene que realizar el Gobierno de España», presentó ayer el líder del Consell, Carlos Mazón.

El titular de la Generalitat avanzó que los Presupuestos de 2026 tendrán una partida de dos millones de euros destinada a desarrollar este proyecto en el marco de un plan estratégico que contará, además, con financiación público-privada, a través de la compensación de emisiones de CO2, y buscará la financiación de la Unión Europea.

Pero lo más significativo de este proyecto, presentado este martes en la propia Albufera de Valencia, es que replicará, precisamente, el papel que tuvo el lago valenciano en las riadas del pasado mes de octubre, ya que, según Mazón «actúo como elemento laminador del agua salvando vidas, infraestructuras y bienes». De esta forma, tal y como indicó Mazón, «se va a cubrir una carencia del área de influencia de la ciudad de Valencia que, a diferencia de otras ciudades europeas como Múnich, no cuenta con una red de parques metropolitanos que conjuguen los valores naturales y paisajísticos con las necesidades de reposo, ocio, deporte y disfrute al aire libre de los ciudadanos».

El nuevo parque se estructurará en dos corredores verdes que conectarán la Albufera, el Parque Natural del Turia y parte de l’Horta a lo largo de 35 kilómetros que servirán para la regeneración de 1.500 hectáreas de suelo rústico que fueron especialmente afectadas por las riadas. Además de recuperar terrenos dañados y conectar espacios naturales ya protegidos, estos parques actuarán como defensa contra las inundaciones, refugios climáticos y espacios libres de uso público.

Esta gran zona verde se dividirá en dos áreas conectadas entre sí por vías ciclopeatonales. Por una parte, se desarrollará el Parque del Turia, con una longitud de 10,5 kilómetros que dará continuidad al Jardín del Turia por las riberas del río hasta llegar a la Pinada de la Vallesa.

Por otro lado, se pondrá en marcha el Parque de L’Horta Sud que contará con un brazo principal de 18,5 kilómetros desde el Parque Natural de la Albufera hasta Picanya y una segunda zona de 5,5 kilómetros desde la laguna hasta Massanassa y Catarroja. El presidente destacó que «será un espacio natural que multiplicará por diez la superficie del Jardín del Turia de Valencia y se situará entre los más grandes de Europa y cambiará para siempre la fisionomía del área metropolitana de la capital».

Un reto, según Mazón que asumirán «en coordinación con los municipios y la Administración General del Estado» a la que, volvió a reclamar «lealtad institucional y la cooperación que la ciudadanía espera de los poderes públicos». La presentación y redacción de este proyecto ha contado con la participación de expertos de la Universitat Politècnica de València y entes como el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM).

Cuestión de Estado

Mazón insistió ayer que «la reconstrucción de L’Horta Sud debería ser una cuestión de Estado, no sólo por el más de medio millón de personas que en ella residen, sino por su gran potencial productivo y de servicios».

Por ello, volvió a reivindicar que «estamos ejecutando prácticamente en solitario, sin ayudas a fondo perdido por parte del Gobierno central».

El jefe del Consell ha intentado, sin éxito, que se crease una comisión mixta como la constituida tras el desastre de La Palma para coordinar actuaciones.