Patrimonio cultural
La curiosa historia de las 65 casas del Barrio de la Aguja de Valencia
Su arquitectura, colores y diseño forman parte de la historia de la ciudad
Existen rincones y zonas en todas las ciudades de España en las que se encuentran zonas pintorescas, barrios llenos de color y vida que en otras épocas fueron auténticos epicentros sociales, culturales y económicos de las urbes. En la ciudad de Valencia, existe un barrio formado por unas casitas de colores, que se erigen como todo un reflejo de la sociedad valenciana de hace unos años, y que todavía hoy en día conserva gran parte de su encanto.
Situado junto a la Avenida del Cid, se encuentra el barrio de la Virgen de los Desamparados, que pasó a conocerse como el "barrio de la Aguja", que no pasa desapercibido para quienes lo transitan debido al llamativo color de sus casitas. Un total de 65 casas formaban esta zona de Valencia, que más que un barrio hacían de la zona toda una isla en plena ciudad, dando el toque de color a una zona alejada del centro.
Para entender esta zona hay que mirar con ojos del pasado, cuando la ciudad colindante era prácticamente huerta, y no había edificaciones tan grandes como las contemporáneas. La Avenida del Cid actualmente es una de las principales arterias de la ciudad que conectan Valencia con la carretera A3, por lo que el desarrollo que ha experimentado esta zona en las últimas décadas dejan muy alejado el barrio de lo que fue.
El barrio de la Aguja estaba formado por un total de 65 viviendas que se posicionaban en una hilera de dos alturas. Hoy en día, dado su abandono y el mal estado de conservación, solo quedan en pie menos de 60, mientras que el resto se ha ido degradando con el paso del tiempo, ya que la sociedad ha ido buscando viviendas con mejores acondicionamientos.
Mujeres precursoras
Este barrio valenciano fue construido por el Sindicato de la Aguja en el año 1930, la primera organización sindical para mujeres que hubo en España, y que reunía a las costureras que trabajaban en las fábricas textiles.
Tras varios intentos de la presidenta del Sindicato de poner en marcha este barrio, finalmente el Ayuntamiento dio luz verde y el 12 de febrero de 1940 se anunció la finalización de las obras. El barrio de la Aguja está compuesto por las calles Virgen del Lluch, Virgen de las Injurias, Virgen del Rebollet, Virgen de la Salud y Virgen de Agres.
Según las crónicas periodísticas de la época, recogidas en la web de "Valenciabonita", se apuntaba a que las 65 casas constaban de "planta baja con recibidor, un dormitorio, comedor, cocina, terraza cubierta, lavadero y jardín. También con un piso alto con tres dormitorios, cuarto de baño, roperos y galería sobre el jardín".
Detalles en el tiempo
Sin duda, otro de los puntos llamativos de este barrio son los detalles que se pueden encontrar en cualquier rincón y esquina. Pasan inadvertidos al ojo público, por eso hay que prestar mucha atención cuando se pasea por el barrio, porque en él se esconden auténticas reliquias que hay que conservar en el tiempo.
Destacan, por ejemplo, los balcones de hierro, así como las partes inferiores de ellos, y los pináculos en las cornisas. Todas las hornacinas que los conforman, verdaderas obras escultóricas que dotan a los edificios de una mayor presencia.
También los murales y mosaicos cerámicos con las vírgenes de cada calle, que otorgan un mayor valor a esta zona de Valencia, perfecta para perderse y pasear descubriendo una parte de la ciudad poco conocida para los valencianos.
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