Descubre los cinco rastros más atractivos de la provincia de Alicante

Antigüedades, productos de artesanía, artículos para coleccionistas… los rastros y mercadillos que se instalan en diferentes localidades de la provincia de Alicante son un plan diferente al de sol y playa para los fines de semana de verano. Pasear por alguno de ellos es muy entretenido y además se puede encontrar objetos de decoración, calzado o ropa.

Uno de los más singulares es Benimagrell, a 9,5 kilómetros del casco urbano de la ciudad de Alicante; se trata de un rastro que abre el primer domingo de cada mes, en el que como singularidad se dan conciertos y que cuentan también con un bar de tapas caseras. Está especializado en productos de segunda mano.

Al norte de la provincia, en Xaló, en la comarca de la Marina Alta, se monta uno de los mercadillos más famosos. Se puede visitar todos los sábados del mes y es uno de los rastros más antiguos. Se pueden encontrar puestos con muebles antiguos y productos de artesanía como tinajas así como accesorios antiguos de labranza.

También en la Marina Alta se puede visitar el rastro de El Verger que abre los domingos y tiene unos 350 puestos en los que se venden objetos de segunda mano y hasta productos frescos de alimentación. Sorprende porque es un rastro kilométrico.

Muy cerca, en la comarca de la Marina Baixa, hay un mercadillo que constituye en sí mismo una atracción turística; es el de Polop. Cuenta con unos 400 puestos y los comerciantes ofrecen todo tipo de utensilios de primera, segunda o incluso tercera mano y buen precio. También se venden productos frescos que proceden directamente del campo.

Al sur de la provincia, en Guardamar del Segura, se instalan dos mercadillos el domingo que también son muy populares. Uno se sitúa junto a la carretera N-332 y otro en la zona conocida como El Campico y en ambos se pueden encontrar todo tipo de antigüedades y objetos nuevos y de segunda mano.