Necrológica
Despedida a Vicente Collado Bertomeu: Autoridad "indiscutible" de la ciencia bíblica española
La Catedral de Valencia celebra este domingo la misa exequial por el fallecido
Siendo un sabio conocedor del Antiguo Testamento que lo leía en sus lenguas originales, la pasión de Vicente Collado Bertomeu eran los Profetas, a quienes conocía a fondo y de quienes escribía con fruición. Explicaba la Biblia con pasión y descifraba los enigmas veterotestamentarios con la facilidad del científico que había dedicado toda su vida a ello.
Fue autoridad indiscutible de la ciencia bíblica española, forjado en el crisol del P. Luís Alonso Schoekel, su gran maestro, de quien fue discípulo permanente, devoto, fiel seguidor. Ambos sentarían cátedra en los grandes rumbos bíblicos en el área de habla hispana actual. Su prestigio en el campo de lo científico fue siempre elogiado y respetado. Trabajó con grandes intelectuales del clero, Ramón Robres y Vicente Vilar.
Sabía bucear, sumergirse, en la compleja maraña del Antiguo Testamento y encontrar el punto, el versículo, la secuencia clave del pretérito y sobre todo del futuro, la conexión indubitada con el Nuevo Testamento. Gran pedagogo, de lenguaje claro y preciso, concreto, nada baroco, pegado al hueso, incisivo, deslumbrador, narraba los hechos, los traducía, los hacía comprensibles, fáciles de entender a sus alumnos o lectores. Escribía como Azorín. Sus artículos en prensa sobre la árida y dificultosa Biblia eran atractivos, de gustar. En él convivían el científico y el hombre de fe, no estaban disociados. Se identificaba con Jeremías muchísimo, irremediablemente seducido, forzado, violado, por Dios, al que correspondía.
Sabía por la Biblia de la triste suerte de los profetas, sabía que nunca ninguno acabó bien. Sus vidas fueron siempre un total desastre en lo humano. Defendía que Dios se realiza en la debilidad del profeta y sentía cariño y estima por los profetas, los históricos y los de ahora. Y ante el fracaso y abandono humano recordaba siempre el Salmo 139,18:” Aún me quedas tú”. Algo de eso le pasó a él. Sus esfuerzos intelectuales le pasaron factura y el deterioro al final de la vida le afectó el cerebro. Estuvo muy en activo hasta superados los 80, pero su humanidad quebró, ley de vida biológica, y vivió con su realidad afectada los últimos meses de su vida. Le quedó sólo Él hasta el último momento.
Noté la fuerza de la fe en él, el vigor, su arraigada fe en Dios en la cercanía de su trato como maestro, dirigió mi tesis de licenciatura (La dinámica comunicadora de la Palabra de Dios en Jeremías) y mi tesis doctoral en Teología (La procesión de Corpus Christi de Valencia) y dos clérigos patanes, uno no doctor, miembros de los respectivos tribunales osaron enfrentarse a él a la hora de calificar los trabajos, pretendiendo humillarle, evidenciándoles Collado el desconocimiento que los objetores tenían de las materias que pretendían juzgar. Sus apasionadas defensas las hacía de todos los alumnos cuyos trabajos había dirigido.
La triste noticia de la muerte de este sacerdote investigador bíblico, andariego de las rutas geográficas de la Biblia, auscultador palmo a palmo de san Pablo y gran transmisor a sus alumnos y lectores de aquello que lograba aprehender de los misterios bíblicos, nos ha llegado en el contraste de la Epifanía del Señor, de la gran manifestación del Niño Dios, tan anunciado por los profetas, sus Profetas en la Biblia. Nos ha dejado cuando ya lo teníamos aquí glorio, trepidante, resplandeciente. Se ha retirado de la escena el profeta, para que el Niño anunciado brille, hable.
Él es el importante, el que tenía que venir. Vicente Collado Bertomeu cumplió su cometido, lo que Dios le tenía encargado, encomendado. Lo hizo a la perfección, con todos sus talentos, con toda su fuerza y debilidad. Un excelente maestro y mejor hombre de Dios.
Biografía
Vicente Collado Bertomeu, de 86 años de edad, era natural de Oliva, Canónigo Emérito de la Catedral de Valencia y Catedrático Emérito de la Facultad de Teología de Valencia. La Misa Exequial se celebrará este domingo 7 de enero, a las 09:30 horas en la Catedral de Valencia, presidida por Enrique Benavent, Arzobispo de Valencia. Será enterrado en el panteón de canónigos del cementerio general de Valencia.
Vicente Collado fue delegado de Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso del Arzobispado de Valencia. Estudió en Roma la licenciatura en Ciencias Bíblicas en el Pontificio Instituto Bíblico y obtuvo el Doctorado en Ciencias Bíblicas con un estudio sobre la Escatología de los profetas. Obtuvo en Roma la licenciatura en Ciencias Bíblicas en el Pontificio Instituto Bíblico y el Doctorado en Ciencias Bíblicas con un estudio sobre la Escatología de los profetas. Siguió cursos en l’École biblique et archéologique de Jerusalén. Fue profesor de Antiguo Testamento en el Centro Superior de Estudios Teológicos y primer catedrático de la Facultad de Teología de Valencia.
Ha sido promotor de instituciones, actividades y publicaciones bíblicas, entre las que destacan: La Institución San Jerónimo para la Investigación Bíblica (hoy A.B.E.); la Escuela Bíblica Valentina; el proyecto de Huerto de Enseñanzas (Aula Luis Alonso Schökel); la edición facsímil de la Biblia Políglota Complutense; y otras colecciones como «Tesis y Monografías» y «Biblioteca Midrásica».. Participó en la elaboración y publicación del primer Diccionario Bíblico Hebreo-Español del P. Luis Alonso Schökel.
Ha sido presidente del Foro Interreligioso Internacional, Transcendence (FIIT) trabajando activamente para un conocimiento y diálogo interreligioso que ayude a encontrar la unidad, fruto de la comprensión y aceptación del otro al que se considera unido en fraternidad.
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