Turismo

Este es el pueblo más bonito elegido por National Geographic para visitar en 2023

Se trata de un enclave único en la costa mediterránea que ha sido escenario de grandes producciones cinematográficas

Peñíscola, Castellón
Peñíscola, CastellónCivitatis

La llegada del buen tiempo y el aumento de las temperaturas durante el mes de marzo, han convertido esta época del año en una de las preferidas para hacer una escapada a la costa. De hecho, la cercanía de las vacaciones de Semana Santa se presentan como un plan idóneo para planificar un retiro primaveral en el que poder escapar de la rutina y desconectar del estrés diario. Para ello, la revista de viajes National Geographic ha elaborado un listado con los lugares preferidos para descubrir durante 2023, y este pueblo de la Comunidad Valenciana se ha posicionado en el primer lugar de la lista.

De hecho, se trata de un pueblo costero de la provincia de Castellón que ya cuenta con un gran número de adeptos que disfrutan durante todo el año de su paisaje, su entorno, su gastronomía y sus gentes. Ubicado en un punto estratégico en la Comunidad, tiene un patrimonio inigualable y ha sido escenario incluso de grandes producciones cinematográficas.

Se trata de Peñíscola, uno de los enclaves más fotografiados de España, que cuenta con una energía única que atrae a turistas de todos los lugares del mundo. Para la revista National Geographic, sus vistas, sus miradores y sus castillos lo convierten en uno de los lugares más bonitos de España, y supone el enclave perfecto para escapar durante la Semana Santa. Mar, montaña y patrimonio se unen en un mismo pueblo para ofrecer una imagen paradisíaca sin necesidad de salir de España.

Qué ver en Peñíscola

Para comenzar a ver el municipio castellonense hay que conocer su ubicación. Cuenta con 79 kilómetros cuadrados de extensión, 17 de los cuales discurren en paralelo por la costa mediterránea, y se reparten de forma equitativa entre las superficies forestales y los cálidos cultivos mediterráneos, como el naranjo, el olivo o el almendro.

La ciudad antigua, coronada por la que fuera morada del Papa Benedicto XIII, un castillo-fortaleza del siglo XIV, ocupa un imponente peñón que se alza 64 metros sobre el azul del mar; está unido al continente por un cordón de arena que tiempo atrás era barrido por las olas durante los temporales, transformando a la ciudad en una efímera isla.

En contraste con el casco antiguo, se encuentran las nuevas calles y avenidas de la zona turística. Cálidas aguas en verano y otoño, se reparten entre las extensas playas de fina arena al norte de la ciudadela y hermosas calas flanqueadas por abruptos acantilados al sur.

Escenario de cine

La inigualable postal que ofrece también ha conquistado en el mundo cinematográfico. Peñíscola ha sido escenario de series de carácter internacional como Juego de Tronos, así como producciones españolas como El chiringuito de Pepe, El Barco o El Ministerio del Tiempo.

Gran parte del atractivo de Peñíscola es su increíble patrimonio. Cuenta con un castillo y varias iglesias que forman toda una imagen de postal.

El Castillo de Peñíscola o el Castillo del Papa Luna es una fortaleza templaria que terminó de construirse en 1307. Se sitúa sobre el mar Mediterráneo en pequeña península cuyo istmo en la antigüedad desaparecía con las tormentas y que hoy en día es el lugar sobre el que se asienta Peñíscola, una pequeña localidad con sabor mediterráneo y una gran cantidad de planes y vivencias que ofrecer.

Su estilo es gótico y muy austero, y en el interior de su recinto amurallado, al que puedes acceder por tres puertas distintas, la de Sant Pere, el Portal Fosc y la de Santa María, podrás descubrir dónde vivían estos monjes-guerreros que llegaron a ser verdaderos ostentadores de poder económico y político y una gran potencia militar.

De camino al Castillo, entre estrechas calles empedradas y tiendecitas de souvenirs encontramos la Casa de las Conchas que no pasa desapercibida ante los visitantes. Actualmente, esta casa se ha convertido en un símbolo y punto de interés de la ciudad, y son numerosos los turistas que se acercan hasta aquí para fotografiarse junto a su puerta de madera, sus paredes repletas de conchas o haciendo una panorámica para poder apreciar toda la belleza de la casa.

Otros atractivos de Peñiscola son el Faro, construido en 1892; la Ermita de la Virgen de la Ermitana, patrona del municipio, el Museo del Mar o el Parque Natural de la Sierra de Irta, declarado parque natural por el Gobierno de la Generalitat Valenciana en 2002.

Otros de los pueblos bonitos de la Comunidad Valenciana que están en el listado de la revista National Geographic son Altea y Guadalest en Alicante, Bocairent en Valencia, y Morella en Castellón.