Gigafactoría y reversiones sanitarias, el legado del Botànic al PP

Un cambio de Gobierno implica siempre una transición. Tras la victoria electoral, se inicia un traspaso de poderes que va mucho más allá de un simple cambio de sillones y despachos. El Gobierno saliente, sea el que sea, deja siempre asuntos a medio resolver, recién iniciados o ya muy desarrollados, pero contrarios en ideología al nuevo Ejecutivo -como es el caso de las reversiones sanitarias y de las ITV en la Comunitat Valenciana. Estos son los grandes asuntos que el PP hereda de la época del Botànic y que deberá gestionar en la nueva era.

Gigafactoría de Volkswagen

Se trata sin duda alguna del proyecto estrella del Gobierno de Ximo Puig de esta segunda legislatura. La llegada de la gigafactoría de baterías para coches eléctricos de Volkswagen a Parc Sagunt ha sido una de las noticias de las que más se ha hablado durante los últimos meses. El PP se encuentra con un proyecto completamente cerrado -las expropiaciones de los terrenos, uno de los asuntos más espinosos que quedaban por cerrar, ya está solucionado- y la planta se inaugurará, salvo cambios de última hora, en 2026, es decir, en mitad de la legislatura de Carlos Mazón. El cambio en este caso es de caras, los alemanes, que han estado negociando su implantación en la región con la consellera de Política Territorial, Rebeca Torró y con la secretaria autonómica de Modelo Económico, Mako Mira, tendrán que acostumbrarse ahora a otros nombres.

Reversiones sanitarias

Otro de los grandes cambios llevados a cabo por el Gobierno conformado por PSPV, Compromís y Unides Podem, ha sido el de las reversiones hospitalarias, al convertir al sistema público varios hospitales e iniciar el proceso en otros tantos. Hasta el momento, el Hospital de Alzira y el de Torrevieja son los que han vivido ya el proceso, mientras que el de Dénia y el de Manises lo habrían hecho en 2024 y 2025 de haber seguido gobernando el Botànic. Preguntado hace meses por este asunto, el futuro presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, dijo que lo primero que haría al llegar al Palau sería encargar una auditoría para analizar el funcionamiento de las reversiones y, en función del resultado, decidir sobre las reversiones ya realizadas y sobre las futuras.

Es, probablemente, uno de los temas más espinosos, a nivel legislativo, de los que le tocará abordar, ya que no es un proceso sencillo. Se tendrían que volver a sacar a concurso las gestiones de los hospitales, con todo lo que ello implica sobre todo a nivel de la clasifición del personal.

Reversión de las ITV

Esta ha sido aprobada casi «in extremis» por el Gobierno del Botànic. El pasado mes de febrero las estaciones de servicio de ITV dejaron de estar en manos de las empresas privadas y pasaron a ser un servicio público. El proceso no ha estado, en absoluto, exento de polémica, con la petición de suspensión cautelar de la medida por parte de las empresas. El PP ha denunciado en varias ocasiones la gestión «chapucera» de este asunto por parte de la Conselleria de Economía, pero es aún una incógnita que harán los populares con esta nueva empresa pública. Lo que sí ha subrayado Mazón en varias intervenciones, es que su política se basará en el recorte del gasto político y la reestructuración de las sociedad de la Generalitat valenciana.

Feria Valencia

Y hablando de sociedades públicas, la transformación de Feria Valencia en un ente público ha costado casi diez años, ya que jurídicamente tampoco era un asunto sencillo. El pasado mes de mayo el pleno del Consell dio el último paso que quedaba con la aprobación del traspaso de activos y pasivos a la Sociedad Valenciana Feria Valencia, presidida por el conseller de Economía, Rafael Climent. El nuevo gobierno deberá asumir la representatividad en el Consejo de la institución, así como su gestión.

Diez multinacionales

En una de sus últimas intervenciones públicas antes de las elecciones autonómicas, el presidente de la Generalitat valenciana -ahora en funciones- Ximo Puig, anunció que el Consell se encontraba en proceso de negociaciones para la implantación de diez nuevas multinacionales en la región, unos trámites que, obviamente, ahora quedan en «stand-by» a la espera de la toma de posesión del nuevo Gobierno, que deberá continuar con las conversaciones.