Cultura
La historia de la playa del Postiguet de Alicante se descubre en fotografías a pie de calle
El Archivo Municipal expone imágenes de la playa y su entorno desde finales del siglo XIX hasta los años 70 del siglo XX
Alicante es una ciudad que vive de cara al mar con la playa del Postiguet como una de sus señas de identidad y de sus grandes atractivos para vecinos y visitantes. Pero la playa urbana de hoy poco nada se parece a la de antaño ni en su fisonomía ni en el uso que se hace de la misma, tal y como se refleja en una exposición de fotografías que proceden del Archivo Municipal de la ciudad. Es la primera vez que se exhiben y permiten conocer la historia de Alicante a través de la evolución de su playa y del barrio de enfrente, de pescadores, el Raval Roig. Las imágenes se pueden ver hasta el mes de septiembre en ocho paneles instalados en otros tantos ventanales del Archivo Municipal, ubicado en la Calle Labradores, en el Casco Antiguo de la ciudad.
“Los turistas que recorren el Casco Antiguo se paran en las ventanas del archivo y los guías les explican la historia de la ciudad a través de estas fotografías; las frase que más se escucha es que esas imágenes no parecen Alicante”, explica Santiago Linares, técnico del Archivo Municipal.
Entre las imágenes hay un bando del año 1847 en el que se regula la zona de baño para hombres y para mujeres; no hay que olvidar que era una época en la que se daban directrices también sobre cómo debía ser la vestimenta para acudir a la playa y había que cubrirse el cuerpo casi entero. “En la playa del Postiguet había hasta once balnearios y allí la gente se cambiaba para bañarse; también había restaurantes. Se hacía otro uso de la playa que también era un lugar para divertirse y pasear, por eso, hay fotografías en que las personas van vestidas con trajes y sombrero”, explica Linares.
El uso que se da ahora a la playa nada tiene que ver ni, por supuesto, queda en el Postiguet resto alguno de los balnearios. “Los últimos balnearios se derribaron en el año 1969; también cambió el aspecto del barrio de pescadores, el Raval Roig, ubicado enfrente de la playa, y las casas pasaron de tener dos plantas a convertirse en edificios de ocho, nueve o más en los años 70”, añade.
Al inaugurar la exposición, la concejala de Cultura, Nayma Beldjilali, destacó que a través de las imágenes se puede comprobar la evolución y los cambios en los hábitos y en los modos de diversión de los alicantinos y visitantes en la época estival. “Se trata de una muestra muy interesante que nos transporta a un pasado no tan lejano pero en el que hay varias imágenes que llaman poderosamente la atención”, ha explicado.
En la exposición queda patente que, a principios del siglo XX, la playa ya había dejado de ser un lugar sólo de trabajo para los pescadores y se ganó para la ciudad como un nuevo espacio para el ocio. Así, ciudadanos y turistas, encontraron una nueva diversión en los baños de mar. En los ventanales del edificio del archivo, y también en los bajos del interior del edificio, hay imágenes que aparecen en las postales captadas por los fotógrafos Manuel Cantos, Francisco Sánchez y Eugenio Bañón.
Benidorm también viaja al pasado
Alicante no es la única ciudad que ha desempolvado imágenes del pasado para exponerlas en la calle. En Benidorm, el Ayuntamiento ha instalado medio centenar de fotografías en blanco y negro procedentes del Archivo Municipal en elementos de la vía pública como cuadros de control eléctrico y semafórico o contenedores soterrados, que se convierten así en soportes expositivos. Según explica la concejala de Patrimonio Histórico, Ana Pellicer, “hasta ahora estos elementos tenían únicamente una funcionalidad logística, mientras que ahora operan también como espacios de exhibición artística”.
Con esta iniciativa se logra dar a conocer a través de imágenes la evolución y pasado de Benidorm y mejorar y embellecer la ciudad.
“Las fotografías proceden de los fondos del Archivo Municipal, están datadas en los años 50 y 60 del siglo pasado y muestran un Benidorm que se abre al turismo, en plena evolución y proceso de transformación turística, que muchas generaciones no han conocido y que, por esa misma razón, creemos que es muy interesante darlo a conocer”, añadió.
Parte de estas fotografías llevan la firma, entre otros, de Francisco Pérez Bayona, Quico 'El Fotógrafo' y Simeón Nogueroles, dos de los grandes cronistas visuales que ha tenido Benidorm en las últimas siete décadas.
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