La industria del turrón de Xixona (Alicante) producirá 80 millones de barras este año

Cuenta atrás para la Nochebuena; faltan exactamente un mes y tres días y, de hecho, algunas ciudades de la Comunidad Valenciana ya están vestidas de Navidad. De ahí que las familias ya están comprando pastillas de turrón y otros dulces propios de estas fechas. En un contexto de coyuntura económica delicada, con los costes de producción elevados por el precio de la energía y de las materias primas, la industria del turrón de Xixona (Alicante) espera una campaña buena y prevé producir 80 millones de barras del dulce.

De ellas, 21,5 millones son de origen protegido -turrón de Xixona, o «blando», y turrón de Alicante, o «duro»- y 58,5 millones, de los llamados turrones de obrador como, por ejemplo, los de yema o los de chocolate, según explica Federico Moncunill, secretario general del Consejo Regulador Indicación Geográfica Protegida Jijona y Turrón de Alicante.

Moncunill aclara que este año se prevé un crecimiento de las exportaciones de un 3%, siendo el principal país comprador de turrón EE UU; en concreto, los estados del sur del país, con un importante porcentaje de población hispana para la que el turrón es sinónimo de Navidad. También se exporta a países de Latinoamérica, a Francia y a Marruecos.

A pesar de la coyuntura económica actual, con una inflación muy elevada en el sector agroalimentario, la industria del turrón, de carácter familiar y exportadora, mantendrá los precios de sus productos este año. Los procesos de inflación, aclaró Moncunill, perjudican a las familias productoras, al igual que la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que ha disparado los costes de la energía. «Aun así la presente campaña se presenta en positivo», agrega.

En Xixona, una de las familias productoras de turrón es Primitivo Rovira e Hijos; una fábrica fundada en 1850, y al frente de la que están Primitivo y Beatriz Rovira Sanjuán. «Mi hermana -explica Primitivo Rovira- representa a la sexta generación de mi familia. La campaña del turrón empieza a mitad de octubre y acaba a mitad de diciembre; ahora estamos a pleno rendimiento y los pronósticos son muy buenos; estamos muy contentos».

Rovira matiza -en una conversación telefónica con el diario «La Razón»- que este año los precios de la barra de turrón no van a subir. «Una pastilla de 300 gramos de turrón de Xixona o Alicante cuesta de media 12 euros; el aumento del precio para el consumidor es apenas de un 1 ó 2%, es decir, nada significativo».

El precio del kilo de almendra

Los precios de las pastillas de turrón se mantienen porque, a su vez, el precio del kilo de almendra -ingrediente principal del dulce navideño- ha bajado. «El kilo de almendra ha pasado de costar 12,5 euros a 11 euros, algo que compensa el aumento del coste de la energía, luz y gas, y del cartón para embalar las pastillas; el año pasado, la almendra estaba carísima», comentó Rovira.

«Nosotros vendemos a toda España desde nuestra fábrica, es decir, realizamos envíos a muchísimos hogares; nunca vendemos a grandes superficies ni a supermercados; nuestra marca es sinónimo de primera calidad, fabricamos el turrón de forma artesanal, usando la almendra recién cogida y la mejor miel», indicó Rovira.

Hay que recordar que el Consejo Regulador de Turrones de Jijona y Alicante, máximo organismo que reúne las empresas más grandes del sector, representa a 21 compañías dedicadas a la elaboración del turrón y 23 empresas envasadoras y/o comercializadoras. Se trata de una industria que genera 1.500 puestos de trabajo directos, algo que hace que Xixona sea uno de los municipios con menor tasa de paro de la Comunidad Valenciana.

Según explica Moncunill, la industria del turrón está apostando por la desestacionalización del consumo del turrón. «En España ya hay 14 tiendas en zonas turísticas que venden solo turrón para que sea un producto que se compre y se coma todo el año; se trata de unos comercios pensados también para los turistas que lo adquieren como souvenir», indicó. De momento, sigue siendo con olor y sabor a Navidad.