Partidas «fantasma» o «rigor», las dos versiones de los Presupuestos valencianos

El de hoy era uno de esos plenos de Les Corts en los que se sabe el final de antemano: PP y Vox iban a tumbar las dos enmiendas a la totalidad a los Presupuestos de la Generalitat valenciana presentadas por PSPV y Compromís. Sin embargo, y a pesar del «spoiler», el debate ha dejado buenos momentos que dejan claras las dos visiones bien distintas que presentan sobre las cuentas los dos bloques políticos del parlamentos valenciano.

Mientras que PP y Vox defienden el «rigor, la honestidad y la verdad» de los primeros presupuestos elaborados por el Consell de Carlos Mazón, desde la oposición, tanto PSPV como Compromís afean al Gobierno que emule los comportamientos que antes criticaban al Gobierno del Botànic al incluir partidas «fantasma». En concreto, el portavoz adjunto del PSPV, Arcadi España, ha recordado los más de 900 millones de euros del FOGA incluidos en las cuentas -unos fondos que corresponde pagar al Gobierno y que pocas veces se llegan a pagar- o los más de 400 millones que reclama el Consell en las cuentas por la bajada del IVA ejecutada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

También la portavoz adjunta de Compromís, Aitana Mas, ha denunciado la «hipocresía» del PP por mantener «partidas reivindicativas», por subir el sueldo a los miembros del Consell y por decir que estas cuentas son las más sociales cuando, según dice, en Sanidad recortan «más de 950 millones sobre los gastado en 2023».

Distinta versión tienen también los grupos parlamentarios sobre el informe de la consultora Standard and Poor’s que este fin de semana aumentaba la perspectiva del «raiting» de la Comunitat Valenciana de estable a positiva. Para el Consell es una muestra de cómo el cambio de Gobierno en la Generalitat aumenta la credibilidad de la región, mientras que la oposición recuerda que el informe señala como positivos los pactos firmados por Pedro Sánchez y los independentistas, y considera que las partidas reivindicadas por la Generalitat en sus cuentas son de «dudoso cobro».

Desde el PP, Carmen Contelles ha asegurado que por primera vez en ocho años, los valencianos tendrán «los presupuestos que merecen», y ha celebrado que la Comunitat deje atrás «una irresponsable política presupuestaria, en la que todo era ficticio, menos sus perniciosos efectos».

«Ojalá el déficit y la deuda desbocadas que dejaron fueran también ficticios, pero no lo son», ha afirmado Contelles, para quien los Presupuestos de 2024 van en la buena dirección, con unas cuentas «realistas, prudentes y rigurosas», que son las más sociales de la historia y que bajan los impuestos, al tiempo que aumentarán la recaudación.

Desde Vox, Teresa Ramírez ha pedido al PSPV y a Compromís que dejen de «meter miedo» y ha defendido que el nuevo Gobierno valenciano cumple sus promesas y avanza «para recortar gasto público y superfluo y beneficiar a los valencianos».

Además, ha reprochado a esta formaciones que hablen de diálogo, de perdón y de generosidad, y preguntó de qué diálogo hablarán «si los ocupas se meten en sus casas»; de qué perdón «si, dios no lo quiera, abusan de sus hijas y esposas», y de qué generosidad, cuando a sus hijos el banco no les dé un préstamo y no tengan casa, pero lleguen «800 inmigrantes y tengan casa, luz, agua y de todo», unas declaraciones que han arrancado solo los aplausos de los diputados de la formación de Abascal.

El último de los tensos momentos se ha vivido cuando, por causas técnicas, la votación se ha tenido que realizar a mano alzada puesto que los dispositivos no funcionaban.