Montero pasa al PP la responsabilidad de reformar la financiación

Tener a la ministra de Hacienda como representante del Gobierno durante el congreso de tu partido tiene sus riesgos. El primero, que un alcalde aproveche la ocasión para pedir públicamente la suspensión de las reglas existentes de gasto para que los Ayuntamientos puedan utilizar los remanentes. El segundo, que quede, una vez más, flotando en el aire, un compromiso firme sobre financiación autonómica.

Todo esto ocurrió ayer en Benicàssim durante el cónclave que ha proclamado a Diana Morant como secretaria general del PSPV y que este domingo clausura el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La también vicepresidenta del Ejecutivo central, María Jesús Montero, fue la enviada especial del Gobierno a la jornada en se acabó de configurar la Ejecutiva de Morant y protagonizó una extensa intervención que transportó a los presentes a un mitin de campaña electoral.

Respondió con contundencia al alcalde de Cullera, Jordi Mayor, quien se erigió en portavoz de los ediles presentes solicitándole la relajación de las reglas del gasto. «A pesar de estos tiritos estoy muy contenta de estar aquí», dijo para contestar que «ojalá se lo permita Europa».

Montero dejó para el final de su parlamento la cuestión que sabe que no puede eludir, al menos en la Comunitat Valenciana. La inadmisible paralización del modelo de financiación autonómico, caducado desde 2014, y cuya reforma depende directamente del Ministerio que dirige.

Admitió que el actual modelo de financiación perjudica a la Comunitat Valenciana, pero cargó la responsabilidad de iniciar esta reforma sobre el PP. «Necesitamos que tenga una posición únicahacia dónde va la reforma» e instó al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a explicar por qué no se abordó este asunto en la «declaración de Córdoba».

También le pidió que conteste si tiene fuerza en Génova para decir que «el nuevo modelo de financiación tiene que mirar hacia al Mediterráneo».

«El PSOE está preparado», por lo que cargó la culpa sobre el PP, al que acusó de tener un discurso en Andalucía, otro en la Comunitat Valenciana y otro en Madrid. «No se puede aprobar una ley de esa enjundia si en las filas del PP no imponen su criterio donde lo tienen que imponer». Hecha esta acusación su compromiso quedó en una declaración de intenciones. «Haremos lo posible para crear el mejor entorno posible de diálogo que permita avanzar», pero insistió en que ha sido el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo el que no ha aceptado la propuesta de Sánchez.

Montero dedicó el resto de su intervención a atacar al Gobierno de la «Generalitat de Valencia» y a destacar la valía de Morant para recuperarla. Confesó mostrarse emocionada con el hecho de que, por fin, haya una secretaria general del PSPV que sea una mujer capaz, comprometida, honesta, «lista como el hambre y que pisa con paso firme».

La despedida de Puig

Se acabó el tiempo de los dos Papas, bromeó el ex secretario general del PSPV, Ximo Puig, durante el discurso que pronunció ayer en Benicàssim y en el que se despidió como líder del partido con un «profundo sentimiento de gratitud». Dijo que se marcha tranquilo porque el partido, al contrario de lo que pronosticaban algunos, ha sabido acabar un ciclo que ha durado doce años manteniendo su cohesión interna.

Sobre su sucesora, destacó que consolida un liderazgo «sólido e imparable». Defendió que el proyecto del PSPV debe estar volcado hacia fuera para lograr liberar a las instituciones valencianas del «sectarismo, parálisis y ausencia de proyecto».

En este sentido, se mostró convencido de que Morant recuperará la Generalitat en 2027. «Tengo una buena noticia. Ya han gastado el 25 por ciento de la legislatura» y aseguró que será «el ciclo político más corto de la historia» porque el PSPV tiene cohesión interna y una líder «más preparada que nunca» a la que pidió que utilice el pasado «como palanca del futuro». Y aunque enumeró los logros conseguidos durante los ocho años en los que el PSPV ha estado al frente de la Generalitat, instó al nuevo equipo a analizar los «errores» para obtener «resultados diferentes».

Una Ejecutiva integradora

A las 20:00 horas comenzaron las votaciones de la Comisión Ejecutiva presentada por Morant. Está formada por 56 personas, más reducida que la última de Puig (63). Aunque ha integrado a todos los sectores, ha puesto a personas de su confianza en puestos clave como Vicent Mascarell, apostando además por los alcaldes.