Y cuatro años después el Palau de la Música de Valencia volvió a sonar

Cualquier valenciano que haya tenido una mínima relación con la música durante los últimos 35 años tiene recuerdos en el Palau de la Música. Algún atrevido llegó a cuestionar su función con la apertura del Palau de les Arts, pero la ciudad tiene suficiente afición a este arte como para llenar ambos recintos. La reapertura de este jueves deja más que claro que se le ha echado de menos. Su reapertura ha generado tanta expectación que en apenas dos días se agotaron las entradas para sus primeros conciertos programados.

El Palau de la Música de Valencia ha reabierto con un concierto y varios espectáculos de música ante una gran expectación, traducida en un lleno total para volver a ver brillar al auditorio valenciano tras cuatro años cerrado por su urgente remodelación.

El órgano de la Orquesta de Valencia ha sonado a las 19.30 horas para anunciar que el momento había llegado. Ha sido entonces cuando la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, se ha dirigido al público acompañada por el director el Palau, Vicent Llimerá. Ha recordado al ilustre José Iturbi, quien da nombre a la sala principal del Palau y en la que se ha desarrollado el concierto y también a los impulsores del mismo, a los alcaldes Ricard Pérez Casado (PSPV) y Rita Barberá (PP).

Catalá ha pronunciado un emotivo discurso sobre la importancia de la música, "aquí se viene a ser feliz", ha dicho confesando que ella dio un concierto de oboe en el mismo escenario al que ahora sube como alcaldesa. Ha insistido además en que el Palau volverá a ser el principal referente cultural de la ciudad. "Debe ser el altavoz para posicionar a Valencia como la ciudad musical más importante de Europa".

Entre los invitados se encontraba el exalcalde de València y actual concejal de Compromís, Joan Ribó, bajo cuyo mandato comenzaron las obras de reforma, la consellera de Hacienda y portavoz del Gobierno valenciano, Ruth Merino, diputados y ediles del Ayuntamiento entre numerosas personalidades de la sociedad civil valenciana.

La Sala Iturbi recupera su lugar

La Orquesta de Valencia ha sido la protagonista del primer concierto del "nuevo" Palau, para abonados y amigos del Palau, dirigida por su director principal invitado, Álvaro Albiach, y que previamente ha sido introducido por varios actos musicales y coreográficos, protagonizados por músicos y bailarines valencianos.

Desde las 18 horas y, en diversos espacios del Palau, han actuado Alxarq y Luna de África, bajo la dirección de Jesús Salvador 'Chapi'. Ofrecen el espectáculo "África Estocástica", un mestizaje de dos mundos sonoros, el mundo resonante africano como ritmo universal y el sinuoso mundo sonoro estocástico ideado por el creador de la música indeterminada Xenakis.

También MoonWinds, dirigido por Joan Enric Lluna, ha acercado al público una visión de los instrumentos de viento, y después, Amores Grup de Percussió ha llenado de ritmo el balcón del patio de butacas y Mediterrània Consort, dirigidos por David Antich, ha interpretado música instrumental virtuosa que data de las cortes valenciana y aragonesa del siglo XV al siglo XVII.

Todas las actuaciones han estado enlazadas por un grupo de nueve bailarines, capitaneados por el bailarín y coreógrafo Toni Aparisi.

Pero sin duda las voces de esta reapertura quedarán ya ligadas para siempre a la soprano Maite Alberola y la mezzosoprano Sandra Ferrández. Ambas han fascinado el público interpretando con un programa en homenaje a figura de José Serrano, en el 150 aniversario de su nacimiento.

En la segunda mitad se ha programado una selección de arias de la célebre ópera "Carmen", de Georges Bizet, que han hecho las delicias de los espectadores, para acabar con las "Danzas de Galanta”, de Zoltan Kodály, que han conseguido emocionar a los asistentes con su trepidante ritmo.

Este mismo concierto de la Orquesta de València, aunque sin las actuaciones previas, se repetirá este viernes, a la misma hora, de carácter gratuito y abierto a toda la ciudadanía, han informado desde el Ayuntamiento.

Al terminar, se ha lanzado un castillo de fuegos artificiales desde el cauce del río Turia. Música y pólvora. Ya no hay nada más valenciano.

El domingo está previsto que la Banda Sinfónica Municipal de València, junto con los dolçainers Xavier Ricart y Cristina Martí, el tenor Vicente Ombuena y la Colla Mosaic del Conservatorio Municipal José Iturbi, bajo la dirección de Miquel Rodrigo i Tamarit, interpreten obras de Pascual Villaplana, Ferrer Ferran, Asins Arbó y Murillo.

El Himno de la Comunitat Valenciana, que compuso José Serrano con letra de Maximiliano Thous ponen el remate a los tres conciertos, en los que está prevista la asistencia de 5.350 personas.

Una inversión de 12 millones

Más de 12 millones de euros se han invertido en la necesaria remodelación a la que se vio abocado el inmueble por varios desplomes del techo en las salas de conciertos, aunque apenas un mes antes de su reapertura se ha vuelto a situar en el centro de la polémica política porque el nuevo gobierno municipal denunció desperfectos del proyecto de obras vigente y nuevos daños por filtraciones de agua.

El icónico auditorio, uno de los de mayor prestigio de España, diseñado por el Premio Nacional de Arquitectura en 1956 José María García de Paredes e inaugurado en 1987, ha vivido un calvario durante estos cuatro años.

La pesadilla se inició en noviembre de 2018 cuando se desprendió parte del techo de la Sala Iturbi a causa de unas filtraciones provocadas por las lluvias y, siete mese después, se produjo un desprendimiento de parte del techo de madera de la Sala Rodrigo por un problema con los conductos del aire acondicionado.

El edificio tenía que someterse a una intervención global para reparar esos destrozos y la fachada, disminuir su consumo energético y eliminar las filtraciones.

Ello llevó a su cierre temporal aunque con la programación reubicada en otros espacios de la ciudad cuando lo permitió la pandemia de covid. Durante estos años, la Sala Iturbi ha estado muda, puesto que la Orquesta de Valencia ha recorrido los escenarios de LesArts, el Teatro Principal, Almudín o Rambleta.

Aparte de los problemas con las filtraciones y los desperfectos, el Palau no esquivó otros tropiezos como el recurso del Colegio de Arquitectos ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, el robo de más de 5.000 euros en agosto de 2020 -que se archivó al no poder identificarse a su autor-, o la anulación del nombramiento de su director tras un recurso por un defecto de forma, aunque fue ratificado tras repetirse la votación.