La patronal valenciana devuelve poder a las organizaciones provinciales

Corría el año 2017 cuando la extinta patronal autonómica valenciana, Cierval, presidida entonces por el histórico José Vicente González, presentaba su concurso de acreedores debido a sus problemas financieros, ocasionados en parte por el impago de las cuotas de las provinciales Coepa (Alicante) y CEC (Castellón). Tras un agitado periodo dentro de la organización empresarial, el entonces dirigente de la patronal provincial valenciana, Salvador Navarro, se hizo con el mando de la situación y decidió refundar una organización autonómica en la que estuvieran las tres provincias integradas, con una mayor coordinación con Alicante y Castellón, pero que suponía una pérdida de independencia por parte de las mismas.

Siete años después, una vez encauzado el proyecto autonómico, Navarro ha anunciado hoy durante la Asamblea anual de la organización que se devuelve la autonomía y capacidad de decisión a estas dos provincias. El principal cambio es que, hasta ahora, sus decisiones debían de ser validadas por la autonómica, mientras que a partir de ahora simplemente se tendrá que informar de las mismas.

Navarro ha comunicado este importante paso que tiene relevante lectura empresarial, puesto que tanto Alicante como Castellón cuentan con importantes y muy representantivos sectores en la Comunitat, como político, ya que ambas provincias ganan en capacidad de gestión y toma de decisiones también en su relación con las administraciones.

Aparte de este relevante asunto, la Asamblea ha votado a favor de eliminar el tope de ocho años a la presidencia de la organización, algo que también resulta muy significativo puesto que dentro de año y medio se cumple este periodo de tiempo en el mandato de Navarro.

«Si hay proyecto y la asamblea te apoya, no hay ningún problema en seguir», ha señalado y ha añadido que queda trabajo por hacer, especialmente en dar visibilidad a la Comunitat Valenciana en Madrid, «un altavoz muy importante».

En este sentido, ha apuntado que a la comunidad y a los empresarios valencianos les falta «posicionamiento» en las instituciones del Estado y ha puesto como ejemplo que si la empresa ilicitana PLD Space, que ha lanzado un cohete espacial, hubiera sido de otra zona, «habría salido en los telediarios».

Según ha recordado, como presidente de la Comisión de Relaciones con las Cortes y el Senado de CEOE ha tenido la oportunidad de acompañar a Castellón a los diputados de la Comisión de Industria del Congreso para darles a conocer el sector cerámico de la provincia.

«Lo que queremos es que las empresas de esta comunidad tengan un altavoz en los medios de comunicación de Madrid y se oigan en las instituciones del Estado, porque tenemos mucho que decir. Somos una comunidad con identidad propia y tenemos claro nuestra visión de España, de conjunto de España, de aportar. Y creo que tenemos capacidad para demostrar que somos un territorio de primera», ha defendido.

En su intervención ante la asamblea, que ha sido clausurada por el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, Navarro ha citado el absentismo como un verdadero problema para las empresas y ha afirmado que si las mutuas pudieran prestar una asistencia sanitaria integral y gestionar administrativamente esos procesos de baja laboral se podría recuperar la salud de los trabajadores que las padecen en la mitad de tiempo y obtener un ahorro que en la Comunitat Valenciana podría superar los 223 millones de euros.

Respecto a la situación de la economía valenciana, ha manifestado que ha cogido «velocidad de crucero», ya que crece por encima de lo esperado, por encima de la media nacional, y podría cerrar 2024 en el entorno del 2,5 %.

Como aspectos negativos ha citado la vulneración de los acuerdos alcanzados en el marco de la última reforma laboral, los ataques a la unidad de mercado, el aumento de los costes laborales y la presión fiscal, las dificultades para encontrar perfiles adecuados a las necesidades empresariales, el incremento en el precio de las materias primas, la elevada regulación y las políticas agrarias que fomentan la competencia desleal de terceros.

Ha destacado la simplificación administrativa aprobada por el Consell para tener una administración «adaptada a los nuevos tiempos, moderna, recíproca a lo que exige a los contribuyentes, sean ciudadanos o empresas». Navarro ha indicado que ganar influencia abre oportunidades a los territorios, y ha afirmado que no permitirán que el Gobierno «se invente una representatividad que no existe» para dar entrada en los foros de diálogo social a organizaciones «cuyo único mérito es estar en sintonía con sus intereses», o que se plantee una financiación singular para Cataluña.