Agricultura

Plan de choque: la cereza alicantina, en peligro de extinción

Los agricultores alicantinos alertan de que este año la producción ha sido ínfima y se pierde empleo

Las comarcas del interior de la provincia de Alicante son famosas por sus paisajes de cerezos en flor
Imagen de cerezos en florEduardo Margareto/Ical

El cultivo de la cereza es una seña de identidad de las comarcas del interior de Alicante, caracterizadas por unos hermosos paisajes del cerezo en flor en plena primavera. Sin embargo, los agricultores de la zona han dado esta semana la voz de alarma: el cultivo lleva cinco campañas desangrándose poco a poco, y en la actual ha dejado una producción irrisoria de menos de 600.000 Kg, solo un 8 por ciento de la producción total, siendo nula en las comarcas de El Comtat, L’Alcoià y La Marina Alta.

Este descalabro arroja unas pérdidas totales del sector de 25 millones de euros para el conjunto de producción amparada por la Indicación Geográfica Protegida. Estos datos fueron trasladados la pasada semana por la organización agraria Asaja a los representantes de la Conselleria de Agricultura, un encuentro en el que se les comunicó que en cuanto a empleos, se ha producido un quebranto de 4.800 puestos de trabajo directos.

Durante el encuentro con la Conselleria se consensuó un documento que recoge estos datos, así como una propuesta de plan de choque para evitar el abandono de este emblemático cultivo tras el duro varapalo de la actual campaña, que registra por quinto año consecutivo producciones irrisorias con una clara tendencia decreciente.

«Es importante subrayar que, si no actuamos de forma enérgica e integral, con ayudas directas, y no ponemos soluciones encima de la mesa que sean efectivas y adecuadas a la situación de emergencia extrema que atraviesa el cultivo, los daños van a ser irrecuperables», asevera el secretario técnico de ASAJA, Ramón Espinosa.

Las pérdidas por las altas temperaturas registradas al final de la floración que provocaron un deficiente cuajado de la fruta y el posterior temporal de lluvias acontecido en plena campaña de recolección en mayo de 2023, han sido las principales causas de dicho quebranto.

A esta situación cabe añadir que muchos agricultores tienen sus producciones sin asegurar debido a las deficiencias del seguro agrario actual. «Por lo que se hace absolutamente necesario arbitrar un plan de choque urgente para evitar un futuro sin cerezas, que compense los daños y estimule la recuperación económica de la zona», añade el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, pues «no solo hablamos de un mal año de cosecha, sino de cinco muy negativos en los que los costes se han disparado y no hemos tenido producción».

Tras la reunión, la consellera de Agricultura, Isaura Navarro, afirmó que durante esta campaña, desde la Conselleria se ha manifestado la necesidad de establecer un plan de viabilidad a largo plazo para la cereza y paralelamente ayudas inmediatas que dan respuesta a la situación vulnerable de este año.

Un plan que contemple mayores garantías para la producción, haga frente a los retos de la situación climática, explore líneas de financiación para la reconversión varietal o cambios de cultivo en la medida de las posibilidades, estudie coberturas y seguros más específicos e incentive la continuidad del agricultor.

En esta línea, la consellera insistió en que «hay que garantizar una viabilidad de futuro para el cultivo de la cereza y que su producción vaya adelante porque la Cereza de la Montaña es muy especial y está muy arraigada, por lo tanto necesitamos que la gente continúe trabajando en el mundo rural y luchar contra el despoblamiento».