El Puerto de Valencia se consolida como recinto portuario de toda España

Al Puerto de Valencia se le ha conocido tradicionalmente como el Puerto de Madrid, ya que todas las mercancías del centro peninsular salían del país vía Valencia. Pero la posición estratégica de este recinto y los últimos acontecimientos geopolíticos acaecidos, crisis del Mar Rojo incluida, han situado a este puerto en el punto rojo de la exportación española.

Tal y como expone un informe elaborado por la Cámara de Comercio de Valencia sobre la evolución del área de influencia de la Autoridad Portuaria de Valencia en el conjunto de España en la dos primeras décadas del siglo XXI (2000-2019), el valor de las mercancías exportadas o importadas por las empresas españolas utilizando el transporte marítimo a través de la Autoridad Portuaria de Valencia experimentó en 20 años un incremento del 147 por ciento. Este porcentaje superó con creces el aumento del transporte marítimo del comercio exterior español en ese mismo período (97 por ciento).

Destaca también el dinamismo creciente del eje Cántabro-Mediterráneo (País Vasco, Navarra, Zaragoza y Teruel), aunque éste represente aún sólo el 5 por ciento del comercio de carga y descarga de APV (frente al 2 por ciento en el año 2000).

Además, el documento subraya que el área de influencia (hinterland) de la APV, como infraestructura logística para el comercio exterior español, se amplió y consolidó hacia las regiones del centro peninsular.

De esta forma, el recinto se convierte también en puerto de referencia para el comercio exterior de otras provincias más lejanas geográficamente, como son Toledo, Guadalajara, La Rioja Burgos, Palencia e incluso Pontevedra.

En el análisis del comportamiento comercial durante los últimos años (2019-2023), las conclusiones resultan muy parecidas. El peso de las tres primeras provincias (Valencia, Madrid y Castellón) pasa del 73 por ciento en el año 2000, al 69 en 2019 y al 65 en 2022. Por tanto, aumenta el uso de esta infraestructura portuaria por parte de las empresas españolas que están más allá de su hinterland directo.

En este período, se mantiene el dinamismo del comercio exterior de las empresas de Madrid y la cornisa cantábrica (País Vasco y Navarra) a través del puerto valenciano. Destaca el intenso crecimiento del comercio exterior de Galicia y algunas provincias del centro peninsular (Valladolid, Cáceres y Badajoz…) vía marítima a través de la APV, impulsado por las empresas del sector del automóvil (componentes) y del de alimentación, tanto exportación como importación.

Una novedad durante estos últimos años es que el sur peninsular ha mantenido una senda creciente del comercio exterior a través de la APV, especialmente las provincias de Almería, Cádiz y Granada. La industria agroalimentaria ha sido la mayor dinamizadora, sobre todo por el notable aumento de las importaciones procedentes de países americanos y asiáticos.