Cambio climático
La sequía en la provincia de Alicante deja las piscinas sin llenar en Altea
Benissa también adoptar medidas extremas para paliar la escasez de lluvias
Marzo de 2024, mes en que la Confederación Hidrográfica del Júcar, CHJ, declaró la situación excepcional por sequía extraordinaria en toda su demarcación; en esa demarcación está la Comunidad Valenciana. Y ahora, en pleno mes de julio, y con una carencia de precipitaciones que asfixian a la provincia de Alicante, el Ayuntamiento de Altea, ha dictado un bando en el que, de manera urgente, prohíbe que se llenen las piscinas. En la Marina Baixa, comarca a la que pertenece Altea, no hay que temer por el agua para consumo humano, ya que está garantizada.
Además del llenado de piscinas, hay otras prácticas que se prohíben expresamente y son el riego de jardines, huertos y zonas verdes y deportivas ya sean públicas o privadas. Tampoco se permite llenar estanques y fuentes ni el baldeo de calles y aceras.
No es el único municipio de la provincia que ha tomado medidas para ahorrar agua; también en el norte, pero en otra comarca, la Marina Alta, Benissa prohibió a mitad de junio el uso de agua potable para llenar piscinas de particulares o regar jardines. Hay que tener en cuenta que tanto Altea como Benissa son pueblos de costa y turísticos por lo que la población en verano aumenta considerablemente, al igual, por tanto, que el consumo de agua para diferentes usos.
En cualquier caso, y ante las advertencias de la CHJ sobre el año hidrológico 2023-24, que empezó en octubre y es el más seco de los últimos 33 años, era lógico que los ayuntamientos adoptaran medidas para ahorrar agua.
Sin ir más lejos, en Alicante, el equipo de gobierno planteó en abril también la posibilidad de no llenar las piscinas este verano para contrarrestar los efectos de la sequía. En la ciudad ya hay restricciones como, por ejemplo, la disminución de la presión del agua en los grifos por la noche. Al informar sobre la posibilidad de adoptar otras medidas, como que la presión disminuya también por el día, el Gobierno local dijo que esas medidas más drásticas dependían de que el Ministerio para la Transición Ecológica declarara la situación de emergencia de manera oficial.
Hay que recordar que el Ayuntamiento de Alicante aprobó el citado Plan de Emergencia ante situaciones de sequía que marca la hoja de ruta en caso de que persista la escasez de lluvias; la situación de momento es prealerta. Las siguientes fases son las de alerta y emergencia e incrementan las medidas para reducir el consumo de agua, siguiendo lo dispuesto en el Plan Hidrológico Nacional, PHN, y los acuerdos de las organizaciones de cuenca, en este caso de la CHJ.
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