Comunidad Valenciana

Un tercer cadáver de vaca aparece flotando en el mar, esta vez en Alicante

El hallazgo en la playa urbana de Altea sorprende a los bañistas y se suma a otros casos recientes en Torrevieja y Castellón

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El pasado lunes, vecinos y veraneantes de Altea vivieron una escena inusual cuando el cuerpo sin vida de una vaca apareció flotando frente a la playa de L’Espigó, en pleno centro del municipio. El animal, de gran tamaño y en evidente estado de descomposición, se encontraba a escasa distancia de la línea de boyas que delimita la zona de baño.

El sorprendente descubrimiento fue realizado por un residente local que circulaba en moto de agua por la bahía. En un primer momento, pensó que se trataba de un objeto flotante, tal vez una bolsa de plástico o incluso un toro, pero al acercarse, confirmó que se trataba del cadáver completo de una vaca. “No desprendía ningún olor, así que no debía de llevar demasiado tiempo en el agua”, relató el testigo al diario Levante. Tras el hallazgo, avisó inmediatamente a la Policía Local.

Las imágenes del animal, captadas desde la orilla por varios bañistas, no tardaron en difundirse en redes sociales. Uno de los vídeos, subido a TikTok por la usuaria @nosoyadriana, ha superado ya las 900.000 visualizaciones. La publicación, titulada con ironía “Ya tenemos la cena”, ha provocado una oleada de comentarios que oscilan entre la burla, la crítica y la preocupación.

Algunas personas se mostraban incrédulas: “¿Por qué está ocurriendo esto?”, preguntaba una usuaria. Otros señalaban el tono inapropiado del vídeo: “¿Todo bien en casa? ¿Cómo que ya tenemos cena y se ríen?”. También hubo quien optó por el sarcasmo: “No vengáis a Altea, que hay vacas en la playa”.

Más allá del impacto visual y las reacciones en redes, el caso no es aislado. Se trata del tercer episodio similar en apenas unas semanas. Días antes, otra vaca muerta fue grabada en la orilla de la playa de La Mata, en Torrevieja (Alicante), y a finales de junio se encontró otro animal en aguas cercanas al puerto de Castellón.

Varios usuarios en redes sociales apuntan a una posible causa: la procedencia de estos animales sería barcos de transporte de ganado que cruzan el Mediterráneo. Cuando alguno muere durante el trayecto, se desecha por la borda. Aunque esta práctica está extendida en el sector, genera controversia por su impacto ecológico y los riesgos para la salud pública.

“Esto no es normal. Yo ya he visto dos”, comentaba otro internauta con resignación, reflejando una preocupación creciente entre la ciudadanía. Mientras tanto, el verano en la costa valenciana sigue dejando estampas cada vez más desconcertantes.