Nueva etapa
Tragedia de Campanar en Valencia: «Toqué más de 20 puertas antes de lograr un piso para vivir tras el incendio de mi casa»
Los vecinos realojados en Safranar dejan los pisos que serán ocupados por familias de la lista de demandantes de vivienda social
El pasado 22 de febrero la vida de 450 personas dio un giro que no imaginaron ni en la peor de sus pesadillas. Sus viviendas fueron devastadas por el fuego en poco más de dos horas. Diez personas no pudieron escapar de las llamas y murieron en el incendio más trágico de la historia reciente de Valencia. Propietarios e inquilinos de dos torres edificios se quedaron con lo puesto, por lo que el Ayuntamiento de Valencia articuló un solución de emergencia para que todos tuviesen un techo bajo el que dormir.
99 familias se acogieron a esta opción y comenzaron a vivir en un bloque de viviendas sociales en Safranar. Inicialmente se les dio un plazo de tres meses para buscar un nuevo alojamiento, un periodo de tiempo que se prolongó otros tres meses más y que ayer finalizó.
A principios de esta semana todavía quedaban 41 familias que habían optado por apurar este tiempo extra. Durante la mañana fueron abandonando el resto y la última cifra aportada confirmaba que solo quedaban 14. El Ayuntamiento no ha recibido ninguna solicitud oficial para prolongar esta estancia.
La presidenta de la Asociación de Residentes Afectados por el Incendio de Campanar (Ardic), Nancy Ulloa, afirmó ayer que cinco familias necesitan permanecer más tiempo en estas viviendas mientras finalizan los trámites para irse a otras viviendas. En declaraciones recogidas por Europa Press, precisó que se trataría de unos pocos días.
En su caso, dijo que cambia la ciudad por Chiva, igual que José Andrés Enríquez, que empezará una nueva vida en Paterna. «A los 76 años no se empieza, se continúa en todo caso. Estoy agradecido a Dios, porque yo creo que la vida es una experiencia, una expansión de la conciencia, y haber tenido esta experiencia de ser mendigo, es una experiencia de conciencia, y la conciencia es lo más importante».
Contó que ha tenido «muchos problemas» para conseguir alquiler en la Lloma Llarga, porque no tiene trabajo y su mujer tiene problemas de visión. «Por fin conseguí uno, pero toqué más de 20 puertas». En cualquier caso, no tiene más que palabras de agradecimiento hacia el Ayuntamiento por haberles ofrecido esta opción.
Unos no quieren volver a Campanar porque «se les rompe el corazón», mientras otros lo están deseando. Es el caso de Ana Aguilar, de 88 años. «Estoy contenta y doy gracias por todo».
Nuevos inquilinos
El concejal de Urbanismo y Vivienda de Valencia, Juan Giner, agradeció a las familias alojadas el «buen estado» en el que han dejado las viviendas, puesto que de este modo se podrán adjudicar con mayor celeridad a los nuevos inquilinos que figuran en la lista de demandantes de viviendas sociales del Ayuntamiento.
Además, recordó que las víctimas del incendio pueden beneficiarse de las ayudas al alquiler que da la Generalitat valenciana, que constan de importes de entre 1.000 a 1.500 euros mensuales.
Desde la Asociación de propietarios afectados por el incendio de Campanar (Aproicam) compartieron un video en sus redes sociales en el que agradecen al Ayuntamiento de Valencia los seis meses en los que han podido residir en el edificio de Safranar.
«Gracias al Ayuntamiento de Valencia por habernos ayudado tanto tras lo sucedido; gracias al barrio de Safranar por arroparnos como lo ha hecho; gracias a todos los que seguís apoyándonos; cada día estamos un pasito más cerca de volver a nuestro querido Campanar».
En septiembre está previsto que comiencen las tareas de desescombro del edificio, que se prolongarán cuatro meses y cuyo coste (1,5 millones de euros) asumirán las compañías aseguradoras, igual que el de la redacción del proyecto de reconstrucción (1,1 millones).
La propuesta planteada se someterá a votación de los propietarios.
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