El Centenar de la Ploma nombra nuevos caballeros en Valencia

La Iglesia de san Juan de la Cruz fue el escenario de la solemne ceremonia de jura de los nuevos Caballeros del Centenar de la Ploma. El acto fue presidido por Jaime Sancho Andreu, rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados y canónigo de la catedral de Valencia, asistido por el superior de la Orden de los Carmelitas Descalzos, Fray Miguel Hernansaiz López.

La ceremonia comenzó con la entrega de las “Creus de l’Almoina de Sant Jordi”, en dos categorías, Ius Sanguinis y Pro Meritis, a aquellos que, por su brillante trayectoria en pro de la valencianía o vínculo familiar en el Centenar de la Ploma se les considera dignos de esta distinción.

Posteriormente, en la investidura de los nuevos “Cavallers”, de rodillas delante de Dios, juraron defender a nuestra Real Señera, la integridad territorial del Reino de Valencia, su lengua y su cultura como dignos herederos de la antigua milicia Foral valenciana.

Acto seguido, y como establece la tradición del Capítulo, el Lloctinent General del Centenar, Bernardo Celda Muñoz, en nombre de S.A.I. y R. Don Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena y Salm Salm Archiduque de Austria, dibujando una cruz tocando los hombres del novicio nombró Caballeros.

Más de 20 instituciones y corporaciones acompañaron al “Insigne Capítul de l’Almoina de Sant Jordi de Cavallers del Centenar de la Ploma” en tan solemne acto de cruzamiento de Caballeros e imposición de distinciones de la “Almoina de Sant Jordi”.

Historia

El Centenar de la Ploma fue una compañía de cien ballesteros encargada de escoltar y proteger la señera de la ciudad y reino de Valencia. Aunque algunos autores afirmaran que se trataba de una creación de Jaume I, pues es tradicional en Comunidad Valenciana atribuir a este rey todas las instituciones valencianas que no tienen claros sus orígenes, fue instituida por Pedro II el Ceremonioso bajo el nombre de Centenar del Gloriós Sant Jordipor estar bajo la advocación de este santo, pero pronto se conoció popularmente como Centenar de la Ploma por la característica pluma que llevaban los ballesteros en el birrete, y con este nombre ha pasado a la historia.

Su patrón era San Jorge y su uniforme estaba compuesto de una dalmática de lienzo blanco, con la cruz roja de San Jorge al pecho y un casco con una pluma de garza, detalle éste de donde le viene el nombre de la ploma. La milicia tendría su casa en la ciudad, en el lugar que hoy ocupa el Teatro Principal en la calle de las Barcas.

Como memoria de su presencia en este lugar, nos ha quedado de recuerdo el nombre de la calle que se encuentra a espaldas del teatro y que recibe el nombre de calle Ballesteros. La milicia disponía de capilla propia, situada junto al portillo de San Jorge, que a su vez se encontraba en la actual plaza de Rodrigo Botet.

Esta milicia desapareció en el año 1707 cuando después de la guerra de sucesión a la corona de España, el rey Felipe V de Borbón suprimió los fueros valencianos y entre otras instituciones esta histórica milicia popular. En 1807 la ermita de San Jorge fue demolida y sus bienes pasaron a titularidad De la Iglesia de san Andrés a la que pertenecía la ermita por demarcación.