Tragedia en Valencia
Las vidas que truncó el incendio de Valencia: de la familia entera a la profesora de filosofía
Siete mujeres, un hombre y dos niños, que encontraron la muerte de manera terrible e inesperada
Las diez personas que han perdido la vida en el incendio del pasado jueves en Valencia dejan familias destrozadas, proyectos sin realizar, un vacío enorme entre unos familiares y amigos que nunca pensaron que la de 2023 sería la última Navidad que pasarían juntos.
Los forenses finalizaron este sábado las autopsias de los cadáveres que han sido rescatados del incendio y se da por seguro que no hay más víctimas mortales entre los restos del edificio porque no hay más denuncias de desaparecidos. Los números cuadran.
El análisis de los restos mortales está siendo complejo. De hecho, tres de los cuerpos encontrados tendrán que pasar por un estudio antropológico. Las muestras de ADN de los familiares se tomaron el mismo viernes en el CdT de Valencia, un edificio propiedad de la Generalitat valenciana cercano al hotel en el que estarán alojados los vecinos hasta el próximo día 29 de marzo. Por tanto, ahora hay que certificar que los cuerpos encontrados coinciden con las muestras.
Poco a poco, como un goteo se va conociendo cómo eran esas vidas que han quedado truncadas por la tragedia. Sin duda la historia más desagarradora es la de Marta y Ramón, y sus dos hijos dos años y quince días, Víctor y Carla. España entera llora por la tragedia que dejó encerradas a estas cuatro personas en el edificio, donde murieron asfixiados por el humo. Marta era administrativa, y Ramón era ingeniero de edificación. El pequeño Víctor era alumno de la escuela infantil Sant Pau, donde varias profesoras han tenido que recibir atención psicológica tras la tragedia.
Carmen, una mujer de 67 años jubilada y exempleada de banca, es otro de los nombres de la desgracias. Vivía sola en el noveno piso. El fuego llegó rápido a su casa, pues se produjo en el octavo.
Pilar era profesora de filosofía en el IES Malilla. Vivía en el ático. Su ausencia a las clases del viernes confirmó la peor de las noticias. Había fallecido en el incendio. El instituto está conmocionado y se ha ofrecido atención psicológica para alumnos y docentes.
Esther, una joven natural de Alzira, que vivía con su pareja, vivía en el noveno piso, tampoco pudo salir del edificio. Trabajada en una multinacional sanitaria desde hacía un par de años. También quedó atrapada en el edificio. Tuvo tiempo de despedirse de su madre.
Las otras víctimas de esta desgracia eran una mujer también jubilada, exempleada de una farmacéutica, y una pareja de personas mayores, que quedaron atrapadas junto a sus mascotas.
Siete mujeres, un hombre, y dos niños que encontraron la muerte de la manera más inesperada y terrible.
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