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Vox pide segregar en las bibliotecas los libros sobre diversidad sexual

Consideran que deben estar en una sección aparte y hacen hincapié en que se separe de la zona de libros infantiles

Vox pide segregar en las bibliotecas los libros sobre diversidad sexual
Vox pide segregar en las bibliotecas los libros sobre diversidad sexualLa Razón

En un lugar aparte, independiente y separado de la sección infantil. Ahí quiere llevar Vox todos los libros sobre diversidad sexual y familiar de las bibliotecas públicas valencianas.

Concreta la formación ultra que se solicitará «a todas las bibliotecas públicas de la Comunitat Valenciana, en los municipios de más de 25.000 habitantes, la creación de una sección específica y el traslado a dicha sección de todos los materiales de la biblioteca con contenidos en diversidad sexual, familiar, de género y de desarrollo sexual respetuosos con los derechos humanos. Esta sección deberá ser independiente del resto de secciones, en especial de la sección infantil».

En opinión de Vox, el Botànic ha utilizado sus ocho años de gobierno para «implantar ideología de género en todos los ámbitos y especialmente en el socioeducativo. Se ha intentado manipular a la población más vulnerable, menores y jóvenes, para imponer un fervoroso adoctrinamiento en las aulas de centros educativos y bibliotecas».

Siempre según Vox , este material «estaba basado siempre en la ideología» y ha provocado «que numerosas asociaciones, padres, madres y educadores estén muy preocupados por los problemas afectivos y de identidad que han generado a muchos niños y jóvenes».

También denuncian el derecho de los padres a decidir el lugar y momento de informar y/o educar a sus hijos en materia de educación sexual.

En la actualidad, todas las bibliotecas de más de 25.000 habitantes disponen de material de diversidad sexual, familiar, de género y de desarrollo sexual accesible a niños menores, adolescentes y jóvenes.

Amparándose en la demanda de los que califican como «un sector importante de la población», reclama Vox que «este tipo de materiales debiera estar en lugares de la biblioteca en una sección específica fuera del alcance de los menores».

Y ponen como ejemplo al Ayuntamiento de Burriana que acordó en sesión plenaria, a pesar de la oposición de la izquierda, «seguir escrupulosamente la legalidad vigente», ya que «la Ley 4/2011, de 23 de marzo, de bibliotecas de la Comunitat Valenciana, indica, en el segundo párrafo del cuarto punto del artículo 20, que los centros de la red contarán con contenidos en materia de diversidad sexual, familiar, de género y de desarrollo sexual respetuosos con los derechos humanos. En los municipios de más de 25.000 habitantes conformarán una sección específica», si bien no señala que deba estar separada del resto e innaccesible a los menores.

Considera Vox que «es obligación del Estado respetar las responsabilidades y los derechos de los padres y madres, así como de los familiares, de impartir al niño orientación apropiada a la evolución de sus capacidades».

Y concluyen que la acción del Ayuntamiento de Burriana «debe ser ejemplo para todos los municipios de la región como una medida precisa y eficaz para velar por el bien superior del menor y garantizar la libertad de los padres que rechazan estos contenidos».