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Coronavirus

La seguridad privada al servicio de la pública durante el estado de alarma

Más de 2.000 empresas y 20.000 profesionales velan por la apertura y el buen funcionamiento de los servicios esenciales

Cinco detenidos y tres policías heridos en un pabellón que acoge a indigentes
Dos vigilantes jurados a las puertas de un recinto públicomiguel angel molinaEFE

En estos días de confinamiento provocado por el Estado de Alarma ante la pandemia del COVID19, todos los profesionales que integran la seguridad privada tales como los vigilantes de seguridad, técnicos y operadores de seguridad están al servicio de forma permanente de la seguridad pública.

Más de 2.000 empresas dedicadas a las actividades de instalación y mantenimiento de medidas de seguridad y las Centrales Receptoras de Alarmas y sus más de 20.000 profesionales, velamos porque todos los servicios esenciales sigan abiertos y porque aquellos establecimientos o locales cerrados con motivo del Estado de alarma puedan volver a desarrollar sus actividades sin haber sufrido perjuicios económicos. Todos somos conscientes que los delincuentes siguen cometiendo delitos y atentando nuestra tranquilidad y paz social como ciudadanos.

Detrás de cada hogar, local protegido, se halle o no abierto a la actividad comercial o industrial, hay un profesional, un ser humano, un técnico de seguridad que vela por garantizar la seguridad de las personas, proteger su patrimonio y en general por el normal desarrollo de las actividades. Dichos técnicos de seguridad cumplen sus obligaciones a cualquier hora del dia o de la noche para reparar las averías de las medidas de seguridad que protegen nuestra seguridad.

Estos profesionales integrados en sus Empresas de seguridad velan por ejemplo porque los vigilantes de seguridad puedan seguir utilizando las medidas de seguridad instaladas en establecimientos comerciales tales como supermercados y farmacias, infraestructuras críticas, instalaciones o servicios esenciales con plenas garantías, a través de la ejecución del servicio de mantenimiento, cumpliendo así con sus obligaciones frente al Estado y sus clientes e integrando funcionalmente sus medios y capacidades como un recurso externo a la Seguridad Pública.

Tampoco debemos olvidar la labor de los operadores de seguridad, un profesional cualificado, que se desplaza diariamente a su Centro de Trabajo, la Central Receptora de Alarmas, para seguir velando por la indemnidad o privacidad de las personas cuya seguridad se le encomienda frente amenazas deliberadas y riesgos de incendio o de robo, también contribuyendo a garantizar la seguridad publica previniendo infracciones.

Este operador de seguridad sin duda alguna que contribuye al modelo de seguridad publica participando información relevante a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad así como a los servicios de emergencias para garantizar que los daños contra las personas y el patrimonio no sean importantes.

También los operadores integrados en una Central Receptora de Alarmas apoyan a los vigilantes de seguridad y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad mediante una colaboración permanente, a través de los servicios de gestión de alarmas y de videovigilancia, previniendo e identificando todas aquellas amenazas que pueda afectar al normal desarrollo de las actividades esenciales ante un Estado de Alarma como el que nos afecta, tales como robos o incendios o emergencias sanitarias.

Desde la Federación Empresarial Española de Seguridad (FES), como máxima representación de la pequeña y mediana Empresa de Seguridad en España, queremos mostrar nuestro reconocimiento y mostrar nuestro cariño a estos profesionales que ante una situación tan dura como la que estamos viviendo, siguen cumpliendo su labor, las 24 horas del día, para garantizar que la vuelta a la normalidad de nuestra sociedad a nivel económico y nuestra plena convivencia se convierta en una realidad.

Por ello, os anunciamos que en próximas fechas, FES asumirá el compromiso de poner en conocimiento de todo la ciudadanía, testimonios reales de la labor fundamental de dichos profesionales, para que la misma no caiga en el olvido y tenga el debido reconocimiento social una vez superado dicha situación de crisis sanitaria.

* Texto escrito por Jorge Salgueiro Rodríguez