Antonio Bascones Martínez: «Hay títulos de ‘‘chichinabo’’ que sí están inflados»
El médico y profesor denuncia «los fraudes en la consecución de másteres y tesis doctorales sin el rigor metodológico exigible»
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Antonio Bascones Martínez (Madrid, 1944), médico estomatólogo catedrático de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense, preside desde 2017 la Real Academia de Doctores de España (RADE) donde andan bastante preocupados por los plagios en la obtención del título de Doctor, hasta el punto de colgar un manifiesto en su página web denunciando los fraudes «en la consecución de másteres y tesis doctorales sin el rigor metodológico exigible», puesto que eso «afecta injustamente por extensión a toda la comunidad universitaria», e instan a las autoridades académicas «a tomar las medidas para que estos hechos no se produzcan y revisar la legitimidad de títulos obtenidos mediante procedimientos no acordes con los requisitos éticos y científicos exigibles».
–¿Quién forma parte de la RADE?
–Académicos con una antigüedad de diez años con el título de doctor y un currículum muy alto. Últimamente estamos recibiendo algunos altísimos, catedráticos con sexenios, investigaciones y proyectos, gente con mucho prestigio cultural e intelectual, incluso de la judicatura.
–¿Cuál es su objetivo principal?
–Transmitir la cultura en las diferentes ramas del saber, somos una academia que abarca el saber en todas sus manifestaciones, de la arquitectura al humanismo, la teología, medicina, pasando por farmacia, veterinaria o ciencias experimentales.
–¿Y potenciar el valor de título de Doctor?
–Por supuesto. Para ello damos premios a las mejores Tesis Doctorales realizadas en España. Cada año llegan unas trescientas solicitudes con un amplio currículum detrás, porque no sólo son las tesis, sino los proyectos de investigación que conllevan, trabajos de impacto, publicaciones, etc. Nombramos tribunales por áreas y ellos eligen las mejores.
–¿Velan por el rigor de las investigaciones?
–Claro, es muy importante porque es la base. Una tesis no puede ser un refrito de órdenes ministeriales y datos inconclusos recogidos al albur de la literatura de BOE como ha hecho algún político, debe llevar un verdadero trabajo de investigación.
–¿Hay algún grado más alto que el de Doctor?
–No, es el máximo grado académico en España y, por tanto, el de más prestigio intelectual, el que abre las puertas a la docencia en la universidad.
–¿Hay fraudes en la obtención de los títulos?
–En general no, pero hay particularidades que sí. Nosotros hemos hecho un manifiesto publicado en nuestra web donde manifestamos nuestra posición.
–¿Están preocupados?
–Sí, porque preconizamos la limpieza de las tesis. La Academia, creada en 1922 con categoría de Real dada por Alfonso XIII, está para favorecer la categoría del doctorado, es nuestro marchamo de calidad. El consejero de universidades nos ha prometido hacer todo lo posible para cortar los fraudes de raíz. Varias tesis ya se están inspeccionando.
–¿En qué consisten estos fraudes?
–Generalmente son plagios de material de tesis antiguas que copian como propias sin hacer referencia al origen o hacen corta-pega de internet sin ningún rigor.
–¿Hay políticos con tendencia a manipular sus currículum?
–La verdad es que sí, muchos con «titulitis» los andan hinchando fraudulentamente con másteres o títulos. Un master necesita horas y dedicación, yo he dirigido uno de prestigio internacional treinta años y eran «full time», tres años a tiempo completo.
–¿Y compra-venta de títulos?
–De eso no tengo constancia, pero de títulos de «chichinabo», de fin de semana o de unas cuantas horas que se inflan, sí, por su puesto.
–¿Esto desprestigia la Universidad?
–Y desilusiona a los doctores que han dedicado mucho tiempo a sus tesis. Los doctorandos están preocupados, se preguntan, ¿para qué me sirven cuatro años de trabajo si luego viene un currito y presente la tesis en tres meses con un corta y pega.
–Se banaliza el título.
–Totalmente. La Administración debe tomar cartas de naturaleza. El Consejo de Estado debe recibir el informe de las universidades y quitar el título si comprueba que está copiado y sin la calidad correspondiente.
–En ciertos «arreglos» ha estado implicada la universidad.
–Si no la universidad, sí personas concretas dentro de ella, y esto mancha su prestigio. La que lo hizo tenía un instituto de docencia inserto que daba el título a través de dinero y de favores políticos y, claro, eso no puede ser.
–¿Se puede erradicar?
–Es difícil, pero no imposible. Sise enfrenta el problema de cara se puede conseguir cortar de raíz, lo que pasa es que muchos políticos se han puesto de lado, esa es la cuestión.