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El Peter Pan que no te esperabas

SP Books publica el manuscrito original de JM Barrie, en el que el niño que no quiere crecer es bastante más antipático que en la versión que todos conoces

PS Books publica el manuscrito de Barrie ilustrado por Gwynedd Hudson
PS Books publica el manuscrito de Barrie ilustrado por Gwynedd HudsonlarazonPeter Pan

En las primeras páginas de «Peter Pan y Wendy», JM Barrie describe cómo cada noche, mientras sus hijos duermen, la señora Darling pone orden en la imaginación de Wendy, Michael y John. El autor advierte que toda buena madre se toma el tiempo de hacerlo con sus propios hijos y, así, «cuando os despertáis por la mañana las travesuras y las perversas pasiones con que os fuisteis a la cama han quedado recogidas y colocadas en el fondo de vuestra mente y, encima, bien aireados, están extendidos vuestros pensamientos más bonitos». Pero Peter Pan, asumimos, no tenía quién le organizara la imaginación cada noche. Nadie que le escondiera sus «perversas pasiones» en un rincón de la mente. Quizá por eso es un niño tan presumido y travieso, como le describe Wendy en el libro.

Estos adjetivos, aunque peyorativos en esencia, solo nos hacen querer más a Peter, con su sonrisa de pícaro y su inquebrantable seguridad en sí mismo. Pero, al parecer, el niño que no deseaba hacerse mayor era más malo de lo que nos han contado. Al menos en el manuscrito original de la novela. En el documento, que se encuentra en la New York Public Library, se puede ver cómo Barrie tachó y cambió algunas de las descripciones que hacían de Peter un personaje menos entrañable, sobre todo por su manera de tratar a Wendy, a la que habla de manera «desafiante» y «con más desdén que nunca» en la primera versión de la historia.

El Peter original era egoísta, antipático. Y, si le preguntan a los que tachan al protagonista de «La Bella y la Bestia» de machista violento, también misógino. El «secreto» lo ha desvelado la editorial SP Books, que reproduce el texto del puño y letra de Barrie, con tachones y anotaciones incluidos, en una edición especial de la que se han hecho tan solo mil copias y que incluye unas ilustraciones que Gwynedd Hudson realizó en 1930. La joya vale 180 euros.

Su editora, Jessica Nelson, comparó al Peter primigenio con la criatura de la versión inicial de «Frankenstein», de Mary Shelley, al que describe como menos humano en el manuscrito que en la obra final. Nelson explica que el texto original describe no solo el lado más oscuro de Peter, sino también el del País de Nunca Jamás, que inicialmente se llamaba «Never Never Land», una doble negación que en su opinión servía para remarcar la enorme brecha que existe entre el mundo de los niños y el de los adultos.

Pero Barrie finalmente decidió ser más amable con su personaje y acortar la distancia entre los dos universos. Eso sí, el Peter que sobrevivió a sus tachaduras sigue siendo un poco malcriado, un poco insolente. Y si fuera también un poco grosero con Wendy, lo perdonaríamos. Porque, ¿quién quiere héroes perfectos? A este Peter «malo» también le seguiríamos hasta el País de Nunca Jamás. Ya saben, la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer.