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Crítica de cine

Crítica de “Los niños del mar”: En el principio fue el agua ★★★★✩

Un fotograma del último trabajo de Ayumu Watanabe, "Los niños del mar", una bellísima y espiritual cinta de animación
Un fotograma del último trabajo de Ayumu Watanabe, "Los niños del mar", una bellísima y espiritual cinta de animaciónlarazonImdb

Director: Ayumu Watanabe. Guión: Daisuke Igarashi (autor del manga) y Hanasaki Kino. Música: Joe Hisaishi. Japón, 2020. Duración: 111 minutos. Animación.

Qué película tan extraña, tan poética, tan espiritual y bella visualmente hablando, sobre todo, cuando sus creadores nos zambullen en lo más profundo del océano rodeados de seres raros y llenos de luz, y, también, cuando miran al cielo nocturno, a veces rojo como la ira. Porque, probablemente, «todas las estrellas surgieron del mar», lo advierte el director Ayumu Watanabe, hasta ahora eminentemente enfocado en productos televisivos. Ruka es una adolescente cuyos padres se han separado. Él trabaja en el acuario local, de ahí que la joven pase buena parte del tiempo entre los estanques llenos de peces, en las piscinas observando a los delfines y las focas, en la playa. Ruka es solitaria, una joven que se pregunta siempre el por qué de todo y de la existencia. De sus cambios de humor, de que en casa siempre haya una bolsa con latas de cervezas vacías.

Comienza el verano, aunque la niña no tiene nada que hacer... hasta que conoce a Umi y Sora, unos hermanos que no parecen de este mundo, que fueron criados por dugongos, unas criaturas que viven en el agua, y cuyos cuerpos a duras penas pueden sobrevivir lejos de la permanente humedad. Con un claro mensaje ecologista, la historia, no olvidemos que se trata de un debut, en ocasiones lleva su estrafalaria y originalísima propuesta por unos derroteros que desconciertan al espectador. Da igual, sin embargo, cuando se produce la borrachera de colores, de brillos, de remolinos incandescentes. En el fondo, desde ese mismo fondo marino, se trata de una historia de amor y madurez distinta, de esas que no se pueden olvidar nunca por muchos años que transcurran y aunque el otro, tan distinto a nosotros mismos, ya no esté. Pero nadie se marcha nunca del todo, algo que Ruka sabe muy bien. Y las olas nunca mienten.

Lo mejor: Visualmente, se trata de una película impactante, preciosa, y posee una carga muy espiritual y poética

Lo peor: Pues que se le pase por alto si le gusta el anime japonés rarito, hay tantos estrenos cada semana...