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“Al rock en España solo se le han dejado las migajas”

El grupo, que ha publicado este año nuevo trabajo, lo presentan como cabezas de cartel del Festival Escena Rock, íntegramente formado por bandas nacionales, el próximo 15 de febrero
larazon

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Son parte de la historia escrita con demasiadas minúsculas del heavy metal y del rock duro en España. Obús y otros grupos de su generación han conocido menos fortuna de la merecida, pero su público no se cansa de reivindicarles. Este mes llega un festival que trata de sacar a relucir el orgullo por el heavy metal nacional, que cuenta con el grupo de Fructuoso «Fortu» Sánchez como cabeza de cartel y buenos alicientes, como la despedida de los escenarios de WarCry, el 45 aniversario de Ñu y bandas más jóvenes como Saurom, Dark Moor y Lèpoka. El próximo 15 de febrero, en Ifema.
–¿Qué les mueve a seguir tras 40 años?
–La ilusión no la hemos perdido y somos dos soñadores. Somos dos sesentones muy guerreros, y las ganas y la ilusión de nuestros seguidores fieles nos hace sentir jóvenes. No queremos hacernos mayores.
–¿No envejecer es cuestión de voluntad?
–Si no quieres seguir teniendo sueños, envejeces antes. Nosotros llevamos el rock & roll en las venas y pensamos que quedarse en casa es flaquear.
–¿Cuáles son sus principios musicales?
–Creemos en lo que hacemos. Llevamos los principios y las raíces a rajatabla. Sabemos que estamos en un país equivocado en esta cultura de rock & roll, que en este país no se le ayuda como se merecen muchas bandas y por eso desaparecen tantas. No hay un mercado nacional. Llevo años reivindicando que no se ayude a los artistas de aquí. Tenemos grandes músicos y hay una generación con un nivel musical importantísimo, pero sin salida, porque los medios comerciales o los grandes eventos dejan de lado las bandas de aquí. Al rock en España se le deja las migajas y eso es una injusticia enorme. No entiendo que apoyen un idioma que no es el nuestro y el español no tenga esa ayuda. Y cuidado: Obús somos de los grupos privilegiados, que llevamos 40 años luchando y se nos escucha un poquito, pero me da rabia por los jóvenes.
–¿Por qué ustedes han aguantado 40 años?
–Seguimos porque no quiero hacerme mayor y porque tenemos que comer. Nosotros no tenemos una jubilación digna. El día que paremos, no tenemos una cuenta corriente como para vivir de las rentas. Somos putos obreros del rock & roll, somos gente currante. Curritos de la música.
–O sea, que la necesidad es doble: material y espiritual.
–Eso es. Seguimos porque nos mola y porque si te quitan esto te mueres de asco. Nosotros no hemos parado de trabajar pero nos levantamos temprano y, de hecho, hacemos discos y no vivimos de los clásicos. Tenemos himnos y canciones que están en el corazón de la «peña» pero seguimos creando nuevas ideas y trabajando en el sonido. Hay que hacerlo. Si tuviésemos una jubilación más digna, a lo mejor el trabajo lo llevas de otra forma, pero nosotros tenemos que seguir currando, macho, tenemos que seguir currando.
–¿No son rentables esos himnos? Es llamativo que no tengan un retiro digno.
–No lo hay, no lo hay. Sinceramente, no. Por eso es mi reivindicación. Somos de los 80, como Iron Maiden, pero nosotros no tenemos aviones. Es por el idioma, porque musicalmente estamos a ese nivel, no tenemos que envividar nada a esas bandas. Incluso puede que estemos por encima de alguna y ojo que me quito el sombrero con Aerosmith y con Ozzy Osbourne y todos, ¿eh?. Pero ellos son multimillonarios y nosotros tenemos que trabajar. Yo no lloriqueo, me siento orgulloso de lo que he sido, sigo siendo y lo que voy seguir haciendo. Estoy orgulloso de ser Fortu y de lo que me queda. Pero me da rabia que haya bandas como Coz, Topo o Asfalto que son buenísimas y puedes preguntarles si están forrados o si tienen un curro. Dicen que soy el Ozzy español, pero mi cuenta corriente no se parece en nada a la suya.
–Hacen un homenaje a los años 80 en el nuevo disco.
–Sí, a la nostalgia de esas ilusiones y de esa libertad que tanto se necesitaba. Es donde había ilusión por el cambio aunque se haya quedado todo en agua de borrajas y vayamos para atrás. Creo que estanos en otros momentos, otra época y para algunos es para bien y para otros para mal. Pero no fuimos serios, porque nos dieron una caramelito y nos conformamos con él y al final se lo quedaron unos pocos. Hay que seguir soñando y creyendo en algo.
–Hemos retrocedido. ¿No supimos defender lo conquistado?
–Posiblemente, la verdad es que no lo sé. Tendría que haber sido todo más transparente. Creo que se nos ha engañado y nos han hecho creer en esa libertad y no era tan grande como nos dijeron que era. Te lo digo por lo que yo he vivido. Viví la represión, el cambio político y ahora hay mejores carreteras pero eso ha costado sudor y lágrimas. Pagamos muchísimos impuestos y ese dinero luego no llega al pueblo.
–¿Piensa que nos han robado algo por el camino?
–Muchísimo. Esperemos que poco a poco los jóvenes sean más transparentes que los de mi época. Espero que para la generación que venga las cosas sean más fáciles y que los sueños de los 80 vuelva para la nueva generación. Ojalá que haya una nueva política.
–Le dedican una canción a una «mosca».
–Está dedicada a todo aquel que engaña, que se llena los bolsillos con mentiras, a los de la letra pequeña, al corrupto, al que promete y no cumple. Para mí es una mosca carroñera que hay que aplastar porque viven del sudor de los demás. Nosotros denunciamos con la música y tenemos esa libertad para decir lo que pensamos. Y lo vamos a seguir haciendo y diciendo.
«Soy un trabajador de la música»
Obús son obreros del rock. ¿Seguirá habiendo conciencia de clase y gusto por el rock o ambos son entelequias camino de extinguirse? «Yo me siento así, un trabajador de la música. Y no sé qué piensan los jóvenes, pero sí sé que gracias a ellos el motor de Obús no se para. Tenemos la suerte de ver a varias generaciones en el público. Vemos a los abuelos y a los nietos».