El brebaje secreto de los vikingos sedientos de sangre que arrasaban Europa
Los berserkers eran guerreros de élite despiadados que combatían de forma salvaje, semidesnudos y sin armaduras
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Los berserkers eran guerreros vikingos de élite conocidos por su ira desatada y su capacidad de destrucción y que afrontaban las batallas semidesnudos y sin armaduras. Gritaban como animales salvajes y lanzaban espuma por la boca, lo que provocaba el pánico entre las filas enemigas.
Muchas han sido las teorías sobre el origen de esta agresividad, que cesaba tras las batallas. Hasta ahora, la creencia más común es que comían setas alucinógenas e ingerían grandes dosis de alcohol para perder el miedo en los continuos saqueos de los pueblos vecinos. Sin embargo, un grupo de científicos ha determinado ahora que los guerreros se alimentaban con una especie de té, elaborado con hierbas alucinógenas. Entre estas hierbas estaba el Hyoscyamus Niger, conocido como “beleño apestoso”, cuya ingestión de otra forma es venenosa pero que diluido en agua hacía que los guerreros no pudieran sentir tanto dolor, además de volverse ‘impredecibles y altamente agresivos" y que “perdieran el contacto con la realidad”, informa Daily Mail.
Karsten Fatur, etnobotánica de la Universidad de Ljbuljana en Eslovenia, indicó que los vikingos podrían haber hecho té con esta hierba o haberla mezclado con alcohol y beberlo. Incluso, podrían haber hecho una pomada con la planta, mezclada con grasa de animal para frotarla con la piel: “Habría reducido su sensación de dolor y los hubiera vuelto salvajes, impredecibles y altamente agresivos”, indicó a “Time”.
“También podrían haber producido efectos disociativos, como perder el contacto con la realidad. Esto podría haberles permitido matar indiscriminadamente sin reparos morales”, añadió.
Fatur explicó que la teoría de las setas alucinógenas, sobre todo la amanita muscaria, no explicaría los síntomas de “bajón” descritos tras las batallas: “Aunque puede provocar agresividad e hiperactividad, estos síntomas son raros y no se consideran marcadores comunes de la intoxicación por amanita muscaria”.