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Plácido Domingo

Plácido Domingo, en el principio del fin

Al tenor se le cierran las puertas en España y decide cancelar en el Real mientras Les Arts decide no volver a contar con él. Europa puede cerrarle también sus escenarios

Domingo ya no volverá a actura en el Palau de les Arts
Domingo ya no volverá a actura en el Palau de les Artslarazon

“Antes de que me echen me voy yo”. Ese debió de ser el pensamiento que Plácido Domingo tuvo ayer antes de enviar el comunicado en el que anunciaba su retirada del cartel del Teatro Real. Dejaba así de cantar las funciones de «La traviata», cinco en total (de hecho, su nombre ya no figura en la web sino el de los otros tres barítonos del reparto), que subirán a escena en mayo. La comisión ejecutiva del patronato tenía previsto reunirse ayer de modo extraordinario. El único punto del día era tratar qué hacer con Domingo tras el comunicado que emitió el lunes en el que pedía perdón a las víctimas de acoso sexual tras las conclusiones del informe del Sindicato de Artistas Musicales de EE. UU.

Sin embargo, el artista se adelantó y movió ficha antes para evitar que también el coliseo que fue su segunda casa le cerrara la puerta de golpe a tenor de la reacción del Ministerio de Cultura, que le apeó de las dos funciones de «Luisa Fernanda», previstas también para mayo. Según el entorno del artista, la decisión del teatro estaba muy clara y era preferible adelantarse a lo inevitable.

En su comunicado aún va un paso más allá al asegurar que también se retirará de las representaciones en los teatros y las compañías que tengan dificultades para llevar a cabo esos compromisos. En un texto remitido a Efe expresa que quiere ofrecer una «declaración adicional» para corregir la «falsa impresión generada por mi disculpa en algunos de los artículos que informaron sobre la investigación» del sindicato de artistas musicales de Estados Unidos AGMA, a propósito de las denuncias de acoso de varias mujeres contra el tenor.

Ayudar a los cantantes

En el texto, el tenor puntualiza que su disculpa fue «sincera» y de todo «corazón», ante la posibilidad de que pudiera haber herido a alguien por «cualquier cosa» que haya dicho o hecho. «Como lo he manifestado en repetidas ocasiones, nunca ha sido mi intención lastimar u ofender a nadie», ha señalado.

Pero afirma que, a pesar de ello, «sé lo que no he hecho y lo negaré nuevamente. Nunca me he comportado agresivamente y jamás he hecho nada para obstruir o perjudicar la carrera de nadie». El tenor apunta que ha dedicado su carrera en el mundo de la ópera a apoyar la industria y promover la carrera de un sinnúmero de cantantes.

El Teatro Real emitió ayer un comunicado con el siguiente texto: «La Comisión Ejecutiva del Teatro Real se ha reunido en el día de hoy [por ayer], con el fin de decidir lo procedente después de que Plácido Domingo reconozca y lamente el daño que ha causado a algunas mujeres en Estados Unidos, y solicite su perdón. Horas antes de estar reunidos se ha conocido un nuevo comunicado en el que Plácido Domingo renuncia a cantar en el Teatro Real en la próxima producción de ‘‘La traviata’’. El Teatro Real, por su parte, se reafirma en su política de tolerancia cero ante los acosos y abusos de toda índole, y en su permanente solidaridad con las víctimas» y confirma que el tenor no estará en el cartel de la obra verdiana. Poco después se conocía que el Festival de Úbeda también había decidido cancelar el recital.

Según su entorno más cercano el tenor «está triste» y ante la pregunta directa de si arrepiente de haber tomado la decisión de emitir el comunicado del lunes contestan con un escueto y lacónico «sí» (y remiten al comunicado de ayer), y subrayan que la situación actual que están viviendo es muy dura al estar a punto de terminar la investigación de la Ópera de Los Ángeles, coliseo del que dimitió tras el escándalo Domingo como director general. ¿Qué pasará con los demás teatros que le han contratado en Europa?, preguntamos. «Lo demás, ya veremos». Todo hace pensar que los principales coliseos tendrán en cuenta la decisión de los españoles.

Resuena ahora en los oídos una frase que como un mantra siempre ha repetido el artista: “Si me paro, me oxido” (“If I rest I rust”). Y pensamos si Plácido Domingo va a ser capaz de aguantar sentado la espera. Si después de años viviendo en hoteles y aviones y recorriendo el mundo entero de escenario en escenario va a poder parar. La agenda está completa hasta noviembre pero el terremoto que ha provocado el comunicado del pasado lunes le sitúan en un complicadísima situación y dan un vuelco a la situación ya de por si difícil que atravesaba desde el pasado mes de agosto, cuando salieron a la luz las denuncias por acoso sexual.

Nunca ha dicho de manera firme que piensa en el retiro, que en el horizonte ya se vislumbra el momento de decir adiós. Pero la situación actual puede que le mueva a plantearse una salida a muy corto plazo. En España las puertas están cerradas, lo mismo que en Estados Unidos, mientras las grandes capitales líricas de Europa se miran unas a otras y contiene el aliento. ¿Quién hablará primero? Por no mencionar el traspiés económico que le supondrá dejar de ingresar solamente en España, tanto en la Zarzuela como en el Teatro Real.

Borrado literalmente del Palau de les Arts
La Comisión Ejecutiva, órgano de gestión y administración del Patronato de Les Arts, anunciaba ayer su decisión de «cambiar el nombre del Centro de Perfeccionamiento de la institución», llamado Plácido Domingo, que pasará a denominarse Centro de Perfeccionamiento Palau de Les Arts. Asimismo determinó «desistir en posibles relaciones contractuales futuras» con el tenor, con el que tampoco contará en las tareas que se ejerzan desde el Consejo de Mecenazgo. Lo que significa que Valencia le cierra frontalmente las puertas al artista, que ha vivido en su escenario algunos de los momentos más entrañables de su carrera, como el protagonizado meses atrás cuando se presentó en España por primera vez tras las acusaciones de acoso sexual destapadas el pasado agosto de 2019. Fue en “Nabucco”. Y el coliseo le aplaudió en pie. Ya es pasado.