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Por fin, Amazon deja de vender a Hitler

La plataforma retira el “Mein Kampf” y todos los libros relacionados con propaganda nazi

La compañía de Jeff Bezos ha decidido sacar de sus estanterías el «Mein Kampf»
La compañía de Jeff Bezos ha decidido sacar de sus estanterías el «Mein Kampf»Matthias BalkAP

Amazon ha puesto en cuarentena definitivamente a Hitler. En estos tiempos, la compañía ha decidido atajar el otro gran virus de nuestra sociedad: el nacionalsocialismo. En medio de esta tormenta de confinamientos sociales, la empresa de Jeff Bezos ha tomado la resolución de retirar también de la circulación el “Mein Kampf” (Mi lucha), que tanto contribuyó a la expansión del antisemitismo, una de las pandemias que arrastra Europa desde los tiempos de la Edad Media. Las infecciones no son únicamente físicas, aunque ahora nos cueste admitirlo o creerlo. También ideológicas y políticas, que curiosamente suelen ser las que se extienden con mayor rapidez y perduran más en el tiempo. Los fanatismos no conocen de ninguna estacionalidad y te prosperan por igual en la helada Rusia, con sus diversos Stalin y otras mentes embrumadas de comunismo, que en la Mediterránea Italia, con Mussolini y sus juveniles amantes del fascio. Hitler comenzó a redactar su libro en 1924, durante su encarcelamiento en la prisión de Landsberg. El juez consideró que el futuro Führer era culpable del golpe de Múnich y lo mandó a la sombra como a cualquier otro Al Capone de tres al cuarto. Se desconoce si el aburrimiento aumentó su fervor intolerante o si fue su fervor intolerante lo que le empujó a matar el aburrimiento escribiendo unas páginas con la misma dimensión literaria que un afiche y la ideas de un hombre imbuido de mesianismo y que ha perdido la cordura. Pero si algo enseña la historia es que jamás hay que subestimar a un loco ni a un tonto ni tampoco a un necio. Son más peligrosos que la viruela. Y si existe otra lección que nos ha dejado el pasado y el presente es que los dementes tienen mucha predicación y que más que causar revuelo arrastran consigo muchas legiones de partidarios. La obra acabó convirtiéndose en el catecismo del nazismo y lejos de ser un fracaso editorial se erigió en todo un «best seller». Salió a la venta rondando el precio de tres dólares, que no era barato para su época, por cierto. Cuando cayó el interés sobre el título y sus ideas, sobrevino el crack del 29 y los nazis dejaron de verse como unos tipos marginales para ser contemplados como una solución seria para tiempos duros. Un drama, vamos. Ahora, en esta época de arrinconar pestes y erradicar enemigos invisibles al ojo humano, la compañía americana ha declarado la guerra al nazismo, como en el pasado lo hizo Rossevelt, y sacado los ejemplares del «Mein Kampf» de sus estanterías, junto a otras obras nazis o que propugnan su odio. El motivo que ha impulsado esta decisión no está claro. Amazon siempre había agitado la bandera de la libertad de expresión para venderlo. Las presiones de varias comunidades y sociedades judías parece que han jugado un papel importante y ha obligado a los responsables, en este aniversario de Auschwitz, a que se replanteen la decisión. Deben haber concluido que no merece ya la pena despachar un libro a domicilio que tiene menos valor intelectual que una pizza.