Sección patrocinada por sección patrocinada
Religión

Religion

“Mi padre ofreció su vida por Juan Pablo II”

Testimonio de José María Zavala, director de “Wojtyla. La investigación”, en el 100 cumpleaños del Papa polaco

Una imagen de José María Zavala en su infancia, junto a sus padres
Una imagen de José María Zavala en su infancia, junto a sus padresLa RazónLa Razón

Se cumplen hoy 100 años del nacimiento de Karol Wojtyla en la aldea polaca de Wadowice y es una ocasión oportuna para sacar a relucir mi testimonio personal que me llevó en buena parte a decidirme a rodar la película de su centenario.

Mi padre era un hombre valeroso y recio como pocos. Pero sobre todo, un cristiano, marido y padre ejemplar, que no dejó de confiar jamás en Dios. Ya sé que es fácil para un hijo piropear así a su padre, pero debo añadir, en honor a la verdad, que mereció siempre por su comportamiento encendidos elogios de mucha gente.

A su muerte, acaecida el 7 de agosto de 1981, su esposa e hijos recibimos más de un centenar de cartas de todos los rincones de España de personas a las que mi padre había ayudado a lo largo de su vida, incluidas varias comunidades de religiosas contemplativas. Fue un descubrimiento que nos llenó a todos de inmenso orgullo y admiración. Para asistir a su entierro, en Alicante, se fletaron varios autobuses desde Madrid.

De regreso en Madrid, tras asistir emocionada a la caída de la última paletada de tierra sobre su ataúd, mi madre abrió el secreter que él guardaba bajo llave en el salón de casa. Junto a instrucciones burocráticas, como el estado de las cuentas bancarias o la póliza del seguro, encontramos su propia esquela, cuyo epitafio él mismo había escrito de su puño y letra.

Fotograma de "Wojtyla. La investigación" en el que un jovencísimo José María Zavala aparece junto a sus padres
Fotograma de "Wojtyla. La investigación" en el que un jovencísimo José María Zavala aparece junto a sus padresLa RazónLa Razón

Decía literalmente así: “Hizo siempre la voluntad de Dios, o mejor dicho: luchó siempre por hacer la voluntad de Dios. Pocas lágrimas y mucha oración, que falta le hace”.

La víspera del funeral, celebrado en la Basílica Pontificia de San Miguel, su director espiritual nos reveló que él había ofrecido su vida por Juan Pablo II el mismo día del atentado perpetrado por el turco Alí Agca en la plaza de San Pedro de Roma, el 13 de mayo de ese mismo año.

Juan Pablo II tuvo noticia de su particular oblación, como la de otras personas que se ofrecieron también como almas víctimas para que el Papa polaco protagonizara un pontificado largo y fructífero, como así fue.

A mi padre le operaron, de hecho, el mismo día que al Vicario de Cristo en la tierra, el 5 de agosto, festividad de la Virgen de las Nieves. Entró en el quirófano aquella tarde para que el Gran Cirujano pudiese restañar las profundas heridas en el alma de su hijo descarriado el mismo día, pero 28 años después.

Ahora, la película del centenario de Juan Pablo II ha despertado un enorme interés de la crítica y los espectadores. La distribuidora de la película, European Dreams Factory, no podía esperar un éxito semejante en su primera incursión en un estreno online en su página web: www.edreamsfactory.es.