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Festivales de música clásica en formato de bolsillo

Las grandes citas del verano, encabezadas por Salzburgo, reducen a la mínima expresión el calendario de este año debido a la pandemia

Imágenes como esta de "Il trovatore" salzburgués de 2017 no se podrán ver este verano
Imágenes como esta de "Il trovatore" salzburgués de 2017 no se podrán ver este veranoRoman Zach-KieslingORF

Los festivales de verano de música clásica se van a ver reducidos a una presencia simbólica con algunos tan relevantes como Bayreuth fuera de juego ya. Ante la posibilidad de no celebrarse los responsables de los mismos han optado por mantener una presencia al menos testimonial, pero tratar de no faltar a la cita estival. Salzburgo, que este año celebra su edición número cien, tiene aún un margen de quince días para emitir un resultado definitivo, pero apuesta por seguir adelante y celebrar.

El 31 de mayo sabremos exactamente en qué condiciones, teniendo en cuenta la situación de pandemia global y que la celebración tendrá que adaptarse a la normativa sanitaria del gobierno austriaco. Olvídense de grandes montajes o de puestas en escena transgresoras. Este año no los habrá. La pandemia ha dado al traste con una celebración que iba a convertirse en un hito. No obstante, todo apunta a que el encuentro se celebrará.

Cuidar los detalles

En Austria se permitirán a partir del 29 de mayo eventos con un aforo máximo de 100 personas, que se elevará a 250 el 1 de julio y que podría llegar a 1.000 desde agosto. La dirección del festival, no obstante, insistió en que «el diablo está en los detalles» y que se deben aclarar muchas cuestiones antes de que se pueda celebrar definitivamente el encuentro cultural como, por ejemplo, cómo las condiciones para los ensayos escénicos y las actuaciones de orquestas y coro.

En cualquier caso, «el festival está contento de que, a pesar del coronavirus, puede ser un ejemplo del poder del arte, especialmente en tiempos difíciles». La decisión del Festival de Salzburgo contrasta con la del de Bregenz, el segundo mayor del país, que ha cancelado la edición de 2020.

El festival de la capital del estado de Vorarlberg tiene un enorme escenario abierto para 7.000 espectadores a orillas del lago Constanza, y el máximo de mil personas no hace la cita viable económicamente.

Mientras, las noticias que llegan de la Arena de Verona abren la puerta a la esperanza. Riccardo Mutti dirigirá dos representaciones de “Aida”, que celebrará su 150 aniversario en El Cairo, los días 19 y 22 de junio y que coincidirá también con el 80 cumpleaños del director de orquesta. En los papeles principales Roberto Tagliavini, Anita Rachvelishvili, Sonya Yoncheva, Francesco Meli, Riccardo Zanellato y Luca Salsi.

Distancia entre cantantes

El Gobierno italiano ha hecho público ya su reapertura de la Fase 2, con unos requisitos básicos entre los que destacan conservan un metro de distancia entre los espectadores y también entre los cantantes en el escenario; aforo máximo de 200 personas para espectáculos en interiores y de 1.000 para los que se celebren en el exterior; mascarillas obligatorias y toma de la temperatura tanto para los trabajadores como para el público antes de entrar al espectáculo.

El Festival de Pésaro ha decidido también seguir adelante. Se celebrará del 8 al 20 de agosto y para guardar las distancias pertinentes la orquesta se situará en el foso mientras que el público lo hará en los palcos.Habrá una nueva producción de “El contrato de matrimonio”, coproducida con la Royal Opera House Muscat, donde se presentará en enero de 2021 y cuya última representación se proyectará en la Piazza del Popolo y en línea. Enclave que también albergará seis recitales con orquesta con los principales cantantes de repertorio rossiniano: Olga Peretyatko (9 de agosto), Nicola Alaimo (10 de agosto), Jessica Pratt (14 de agosto), Juan Diego Flórez (16 de agosto), el trío de bajos Alfonso Antoniozzi , Paolo Bordogna y Alessandro Corbelli (18 de agosto) y Karine Deshayes (19 de agosto).