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“La sombra del viento”, la novela que recuperaba la Barcelona literaria

La obra llegó a vender quince millones de ejemplares y se tradujo a 36 idiomas
BERNAT ARMANGUEAP
La Razón

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Quedó entre las novelas finalistas del Premio Fernando Lara, pero la potencialidad de su trama no se le escapó a nadie. La editorial Planeta no lo dudó y decidió publicarla unos meses después. Su aparición se convirtió en un fenómeno en muy pocas semanas. El boca oreja hizo efecto, la crítica la respaldó. «Una de las grandes revelaciones literarias de los últimos tiempos», señaló. Todos parecían coincidir con ese dictamen. En nada, miles de lectores hablaban del «Cementerio de los libros olvidados» y de Dani Sempere, el niño que encuentra un libro que cambiará su destino y le adentrará en un mundo de secretos y de intrigas.
Nada podía haber previsto semejante éxito. Se tradujo a 36 idiomas y llegó a vender quince millones de ejemplares. Algo que solo está al alcance de unos pocos. El nombre de Carlos Ruiz Zafón, que ha muerto de cáncer, un hombre obessionado con los dragones, que tenía a Orson Welles como héroe y que había declarado su fobia a la pedantería, saltó al Olimpo de los autores españoles. ¿Pero qué tenía «La sombra del viento» para cautivar a tantas personas? Una prosa rápida, una trama intrigante y un ambiente misterioso son parte de unos ingredientes que devolvieron a Barcelona el sello de ciudad literaria, aunque ya existían claves de este intento en una obra anterior, «Marina». “Esta novela se ha convertido en un símbolo de la lectura en sí misma y del potencial de los libros. Esto es así porque era extraordinario y cuidaba hasta el último detalle de los libros. También dio con una idea “El cementerio de los libros olvidados”, que es un refugio para los libros, pero es también de un refugio de la humanidad herida, de los que han sido castigados por la vida. Es un espacio reservado para la sensibilidad y la inteligencia. Es una imagen pletórica que ha encontrado lectores en todo el mundo. Su legado es convertir el ciclo de estas cuatro novelas en un símbolo del libro, la lectura y la pervivencia de la memoria”, ha comentado Emili Rosales, su editor
La obra está ambientada a mediados del siglo XX, pero por sus páginas aparece el modernismo y las claves de una metrópoli que desde ese momento se convirtió en un referente mundial. Incluso se sacó una guía de la Barcelona de Ruiz Zafón para que los seguidores de esta obra pudieran recorrer por las mismas calles que los protagonistas. La visión que se da de Barcelona es la de una urbe misteriosa, gótica, que parte de la revolución industrial y llega a la posguerra. La obra dio pie a varias secuelas que repitieron éxito: «El juego del ángel» (2008), «El prisionero del cielo» (2011) y «El laberinto de los espíritus» (2016)