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Horror en Polonia: Hallan los restos de más de 100 niños con monedas en la boca en un cementerio del siglo XVI

Esta fosa común de finales del siglo XVI fue descubierta en un bosque que estaba siendo levantado para construir un proyecto de autopista entre Grecia y Lituania
Centro Cultural Municipal de JezoweFacebook

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Varios trabajadores de la construcción de una ruta en el sudeste de Polonia descubrieron un histórico cementerio de finales con los restos de más de 100 niños con monedas en la boca. Esta fosa común fue descubierta en un bosque que estaba siendo levantado para construir un proyecto de autopista entre Grecia y Lituania, concretamente en Jeżowe, según informó el centro cultural del municipio polaco en su cuenta de Facebook y recogió el diario ‘Daily Mail'.
Investigadores de la empresa Arkadia Firma Archeologiczna habían estado trabajando desde entonces en el yacimiento y han desenterrado los restos de hasta 115 personas, el 70% y 80% niños. Los esqueletos fueron hallados boca arriba y con las manos a los lados. Los arqueólogos se quedaron sorprendidos al encontrar a muchos de ellos con una moneda colocada dentro de sus bocas.
Por el descubrimiento de estas históricas monedas, el cementerio dataría de finales del siglo XVI. Las monedas son del reinado de Segismundo III Vasa, quien fue rey de Polonia desde 1587 hasta 1632, mientras que otras monedas datan del reinado de Juan II Casimiro desde 1648 hasta 1668.
Como parte de una tradición precristiana, estas monedas -conocidas como ‘óbolos de los muertos’ u ‘óbolos de Caronte’- se colocaban como ritual funerario en la boca para utilizarlas como pago al capitán del barco que llevaba supuestamente el alma al otro lado del río que divide el mundo de los vivos y de los muertos. Estos ritos se siguieron usando incluso hasta bien entrado siglo XVII, según explica el diario británico.
Los investigadores creen que se trata de entierros de gente pobre al haber encontrado únicamente monedas en los nichos. La arqueóloga Katarzyna Oleszek, una de las participantes en las excavaciones, aseguró que el hecho de que los cuerpos fueron colocados cuidadosamente uno al lado del otro muestra que el descubrimiento fue realizado en un cementerio católico.
“La disposición de los esqueletos y el estado de su conservación muestra que el hallazgo se produjo en un cementerio de la Iglesia Católica, que sin duda fue atendido. Ninguna tumba fue dañada. Los habitantes sabían exactamente dónde tenían las sepulturas y las cuidaron”, explica Oleszek.
Estos cuerpos hallados serán ahora exhumados y, tras ser estudiados por los antropólogos, serán devueltos a la iglesia parroquial y enterrados en un cementerio local.

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